2. El Agente Gómez
He tenido un día de mierda no se imaginan, primero se me derramó el café en las verijas y casi me quemo las bolas, se me reventó una goma de la patrulla, tuve que revivir a un adicto al fentanilo con narcan y antendiendo un llamado de violencia doméstica me encuentro el cadáver de mi cuñado, junto a su esposa en una escena dantesca que no podría describir más que utilizando la palabra horror, no hay otra forma de llamar aquello que vi, no era para nada el primer asesinato que me tocaba investigar, pero este tocaba a mí puerta y bastante de cerca. Aún no sé cómo decírselo a Amanda, ya encontraré la manera.
Esto de ser detective no era lo que tenía en mente cuando me matricule en justicia criminal, quería ser abogado o algo así, pero se me dio la oportunidad y los trabajos por allá para el 2008 no es que habían demasiados, así que lo tome y ya no encuentro cómo salir. Creo que moriré haciendo esto quizás de viejo o cumpliendo con mi deber pero ya lo visualizo. ¿Alguna vez has pensado en como morirás? yo si, lo hago todos los días al salir de casa y no se si regresaré vivo o en una pieza.
Llegue a casa a las 11:45 de la noche, cansado de todo quería correr a ducharme y tirarme a ver cualquier cosa en Youtube que me distrajera un poco l, que me sacara de esta realidad y me transportará a la realidad de alguien más quizás con problemas iguales o peores a los míos pero que aún así sacaba de su tiempo para entretenerme con alguna videoreaccion de mierda, o algún unboxing pagado por la mismísima marca del producto del que hacían el Review, pasado como una reacción cándida y honesta. En fin cualquier cosa era mejor que esa imagen tan espantosa que quedó quemada en mi memoria esta tarde. Cómo le digo a Amanda lo que pasó . Me baje del carro y camine cortando camino por el césped. Abrí la puerta y Amanda está esperándome, ahorcada de la baranda de las escaleras que dan al segundo piso, no había nota ni nada raro en la casa. solo ella colgando semidesnuda con una sábana alrededor del cuello, comencé a llorar, su cara estaba negra y la alfombra estaba manchada de orina, su lengua colgaba fuera de su boca y su cuello está estirado como si fuese de hule.
No lo creía aunque está frente a mis ojos, ahora era a mí a quien le tocaba llamar a emergencias. Me dieron tres meses de vacaciones pagas y me enviaron a un terapista, pero hay algo que aún no comprendo, hay demasiados cabos sueltos. Se que estás ahí extraño y sabes bien al igual que yo que nada de esto ha sido casual. Hay cosas que aún no te he dicho. ¿Realmente quieres saber lo que está pasando?
Una vez hayamos cruzado es umbral no habrá vuelta atrás te lo advierto.