El parque de atracciones estaba lleno de risas.
La última función era un desfile, así que Stephen puso a Isabel en sus hombros y siguió al vehículo engalanado todo el camino.
Isabel estaba tan feliz que sus ojos brillantes se estrecharon como una luna creciente.
Ella olvidó el disgusto que tuvo en el jardín de infancia.
Cuando Yvette vio la mirada feliz en el rostro de Isabel, sonrió desde lo más profundo de su corazón.
El resplandor del atardecer brillaba en su rostro como si le pusiera maquillaje. Era tan hermosa como un hada.
Isabel era delicada y linda, Stephen era apuesto y elegante, y cuando los tres caminaban juntos, a dondequiera que fueran, atraían a la gente.
Los transeúntes los miraban y mostraban envidia.
—Hola, ¿puedo tomarles una foto? —preguntó cortésmente un visitante extranjero.
El visitante vio que Stephen estaba sorprendido y explicó: "Ustedes son la familia más atractiva que he visto. Simplemente no puedo dejar de mirarlos."
Unterstützen Sie Ihre Lieblingsautoren und -übersetzer bei webnovel.com