HACE UN AÑO…
Mi nombre es Daisuke Asada, tengo 26 años y soy un trabajador obrero. Nunca fui muy inteligente, es por eso que deje la escuela a una muy corta edad.
Sin embargo, no quería volverme una carga y entré a trabajar a la obra casi inmediatamente, después de todo tenía que hacer algo en esta vida.
Siempre he sido alguien temperamental y nunca he podido controlar bien mis emociones, algo que me ha traído bastantes problemas.
La última vez que perdí el control, fue cerca de año nuevo. Todos teníamos planes para las fiestas, pero nuestro jefe nos obligó a quedarnos horas extras para terminar el trabajo.
Todos nos quejamos débilmente, pero no nos escuchó. Solo nos gritó insultos y cosas denigrantes para después encerrarse en su oficina.
Mis compañeros estaban bastante molestos y yo también. Ese infeliz nunca nos había tratado como personas, solo como hormigas trabajadoras.
No le importábamos, nuestras familias ni nuestros pensamientos.
Así que… decidí decirle lo que realmente pensaba. La discusión se calentó y eventualmente… le di una paliza.
Le di la paliza que debieron darle desde hace mucho tiempo. Ese idiota ni siquiera sabía lanzar un golpe correctamente, un grandísimo estúpido.
Sin embargo, todos mis compañeros entraron corriendo al escuchar el alboroto y al verme…
Sus rostros denotaron horror…. mi estúpido jefe yacía en el suelo y yo frente a él con mis puños ensangrentados.
Todos me señalaron como un monstruo a pesar de que los defendí con todo lo que tenía.
Al parecer.. ¿yo era el malo?.. algo totalmente ilógico. Obviamente perdí mi trabajo y fui a prisión por seis meses.
Al salir, viví como un vagabundo por otro par de meses, ya que nadie quería contratarme.
Por suerte encontré una compañía de dudosa procedencia que estaba dispuesta a pagarme sin tanto papeleo.
Comencé a trabajar ahí durante un par de semanas hasta que…
DEVUELTA AL PRESENTE.
Daisuke: Aparecí en este lugar…
[Daisuke continúa bloqueando la puerta con su cuerpo.]
Daisuke: Maldición.. esos tipos realmente quieren matarme…
[Los demás continúan empujando.]
Takeshi: Naoya, Tetsuo, tenemos que correr y empujar al mismo tiempo los tres juntos..
Tetsuo: ¡¿Ehh?!, ¿por qué tengo que hacerlo yo también?.
Kaori: ¡¡Porque tu también eres hombre!!, ¡¡a pesar de toda esa grasa encima!!.
Tetsuo: Ugh…
Takeshi: A la una… a las dos.. ¡A LAS TRES!.
[Los tres hombres corren a toda velocidad y chocan contra la puerta logrando abrirla y empujar a Daisuke.]
Takeshi: ¡Lo logramos!.
Daisuke: ¡M-Maldición!.
[Daisuke corre y agarra a la fuerza a Yuki.]
Daisuke: ¡¡Aléjense de mí!!.
Takeshi: Daisuke.. tranquilo… solo queremos hablar..
[Daisuke se acerca a la ventana.]
Daisuke: ¡¡MENTIRA!!, ¡¡QUIEREN MATARME!!.
Takeshi: Eso no es cierto Daisuke. La voz solo nos pidió que te detuviéramos de romper la puerta.
Pero nunca nos dijo que te matáramos, estamos en una situación extremadamente inusual.
¿Somos un equipo, recuerdas?.
[Daisuke comienza a dudar.]
Takeshi: Solo dame a la niña… y podremos charlar…
[Takeshi se acerca lentamente. Daisuke lo sigue dudando, pero eventualmente libera a Yuki y se la entrega a Takeshi.]
Takeshi: Bien, ahora tranquilicémonos y charlemos debidam-
[Sin embargo, Shoko corre hacia Daisuke y lo empuja por la ventana.
Él comienza a caer desde el séptimo piso mientras grita sin parar. Tras unos segundos impacta en el suelo muriendo al instante. Un charco de sangre se forma debajo de él.
Todos están en shock.]
Takeshi: ¿P-Por qué… lo hiciste?...
[Shoko intenta recuperar el aliento. Yuki corre hacia ella y la abraza.]
Shoko: Quien se mete con la pequeña Yuki…. se mete conmigo..
Naoya: N-No puede ser…
*En la mente de Naoya*
–La persona con el rostro más gentil… acaba de matar a alguien sin dudarlo… –
[Kaori suspira.]
Kaori: Al menos ya no nos dará más problemas.
Takeshi: Solo esperemos… que algo así no vuelva a suceder…
[Todos se alejan de la ventana y se sientan en el suelo.]
*En la mente de Naoya*
–¡¿Eh?!, ¡¿van a ignorar lo que acaba de pasar?!. –
[Naoya mira fijamente a Shoko. Ella continúa abrazando a Yuki.]
–Su aura es muy cálido y agradable, entonces… ¿por qué lo hizo sin mostrar ningún remordimiento?.
¿Estaba justificado?, ¿o no?... –