Preocupaciones del Halcón

Karl no dejó que ese pequeño juicio cambiara sus planes para esa noche, sin embargo. Halcón quería lucirse con Dana ahora que él era mucho más grande, y ella quería dormir bien por la noche mientras los otros estudiantes se volvían aún más locos con su rutina de entrenamiento.

Todos habían recibido una mejora en poder y habilidades hoy y eso había renovado su fe menguante de que podrían progresar al Rango Despertado antes de los exámenes de fin de semestre cuando los rangos serían revisados.

Tan pronto como volvieron al balcón, Halcón salió de su espacio y aterrizó en la mesa, teniendo cuidado de no dañarla con sus garras.

—Santo cielo, ¿es ese Halcón? ¿Qué te pasó, amigo? Eres enorme —exclamó Dana antes de abrazar al pájaro.

—Uno de los tratamientos causó una reacción extrema de crecimiento. Tomó mucha comida recuperarse, y todavía está trabajando en desarrollar los músculos, pero definitivamente es una bestia impresionante ahora —explicó Karl.