JUGANDO CON LOS CERDOS PARA COMER AL TIGRE

LUO JIN lanzó una mirada fulminante a la puerta cerrada. ¿Quién era ese tipo? Parecía tan falso, como alguien que intenta con demasiado esfuerzo ser un caballero. Y la manera en que habla y ese tono de voz, simplemente le dieron escalofríos a Luo Jin. No de los que te hacen sentir miedo, sino de los que te hacen sentir asco.

—Ah Jin, guarda esto en tu Pestaña de Objetos —dijo Luo Yan, sacando la Capa de Invisibilidad de su propia Pestaña de Objetos y colocándola sobre la mesa —. Te la prestaré temporalmente.

Luo Jin miró la Capa de Invisibilidad. Ya había visto a Luo Yan usarla varias veces. Incluso le dejó probarla una vez. Pero, ¿por qué tenía que prestársela justo ahora? Aun así, la guardó en su Pestaña de Objetos. —¿Pero por qué prestármela?

—Para que Ah Jin pueda usarla más tarde cuando contraataquemos a Essaint y sus dos amigos —respondió Luo Yan.