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"La Horda: El Frente Rojo"

sci-fi
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Zusammenfassung

En un mundo devastado por portales interdimensionales, Jhon es el último guardián de una ciudad en ruinas, atrapado entre recuerdos y un deber implacable. Su vida cambió para siempre cuando, en un día aparentemente normal, su familia fue asesinada por criaturas infernales que emergieron de un portal oscuro. Desde entonces, ha dedicado su existencia a la lucha contra estas amenazas. En "La Horda: Frente Rojo", los límites entre la ciencia ficción y el horror se difuminan en una narrativa intensa de supervivencia, tecnología y una lucha constante contra las sombras que amenazan con consumirlo todo.

Chapter 13 de marzo de 2043: El Primer Portal

El día había comenzado con una quietud casi incómoda en Riverton, Para los que vivían allí, la calma no era extraña, pero esa mañana algo se sentía diferente. El aire estaba más pesado, como si algo estuviera por suceder. Sin embargo, nadie lo había notado.

María García caminaba por la plaza con su perro, como cada mañana. Tenía diecisiete años y, como muchos de los jóvenes del pueblo, estaba cansada de la monotonía, "Otro día igual que todos", pensaba mientras su perro tiraba de la correa. Cuando las campanas de la iglesia comenzaron a sonar, ella ya estaba distraída con su móvil, tratando de tomar una foto del amanecer para publicarla en su Instagram, Fue entonces cuando lo vio, Al principio, pensó que la luz que surgía en el centro de la plaza era solo un reflejo del sol. Pero no, esa luz era diferente, Pulsaba, como si algo intentara salir de alli. La luz crecía, y con cada segundo, la sensación de inquietud se hacía más fuerte. María intentó capturar una foto, pero su móvil se apagó de repente.

Sintió un escalofrio recorrerle la espalda, aterrada, tiró de la correa y corrió su casa, sintiendo que algo mucho peor estaba por suceder.

Para cuando los primeros gritos rompieron el aire, ya era demasiado tarde para algunos, Luis Santana, el panadero, había salido de su tienda para ver qué causaba tanto alboroto, No había tiempo para reaccionar, Las criaturas surgieron del portal en oleadas, con cuerpos acorazados y mandíbulas que chasqueaban en el aire, buscando a su primera víctima, Luis nunca tuvo la oportunidad de escapar, La criatura se abalanzó sobre él, y en un abrir y cerrar de ojos, lo despedazó frente a los ojos de los pocos que aún se atrevían a mirar.

Raúl, el granjero, vio el desastre desde la distancia mientras tomaba su café matutino, Al ver la destrucción, dejó caer la taza y corrió hacia la casa, Sabía que debía proteger a su familia. Tomó su vieja escopeta y les gritó a todos que se refugiaran en el sótano. Mientras empujaba la puerta, el sudor en su rostro reflejaba el miedo y nerviosismo que sentía, en su mente solo repetía una cosa: "Mantén a tu familia a salvo".

En la plaza, las criaturas avanzaban sin freno. Se deslizaban por las calles, derribando puertas y ventanas, y lo peor era que parecían incansables, la gente corría en todas direcciones, pero no había un lugar seguro. Juana, una anciana que vivía frente a la iglesia, se encerró en su casa con el corazón palpitando tan fuerte que casi no podía respirar. Desde la ventana entreabierta, observaba con horror cómo las criaturas atravesaban el cuerpo de Luis desmenbrandolo, Sabía que по podía quedarse allí mucho tiempo.

En cuestión de minutos, el caos se apoderó de Riverton, las criaturas, que más tarde serían conocidas como Carroñeros, arrasaban todo a su paso, Raúl disparó a una de ellas, derribándola con un solo tiro, pere antes de que pudiera reaccionar, otras dos ya se abalanzaban sobre él. Su último pensamiento fue para su familia, escondida en el sótano, con la esperanza de que lograran sobrevivir.

Para cuando el teniente Mateo Morales y su equipo recibieron la orden de dirigirse a Riverton, el panorama ya era desolador, las primeras comunicaciones indicaban algo fuera de lo normal; una especie de disturbio masivo, un ataque... algo que nadie podía entender completamente, Mateo, con años de experiencia en combate, nunca había visto nada como esto. Al llegar a las afueras del pueblo, el aire olía a muerte. El silencio era aún más perturbador que los gritos que habían escuchado en el trayecto, Los cuerpos de las criaturas y los aldeanos estaban esparcidos por las calles.

"Dios... ¿qué pasó aquí?", murmuró el cabo Estévez al bajar del vehículo, La mirada de Mateo no se apartaba del portal, Todavía estaba alli, una abertura luminosa en medio de la plaza, emitiendo un leve zumbido. No entendía lo que estaba viendo, pero sabía que no podían dejarlo abierto por mucho tiempo.

Los soldados comenzaron a avanzar con cautela, La tensión era palpable, a cada paso, esperaban que otra criatura emergiera del portal, pero, de alguna manera, todo parecía haberse detenido. Estévez se acercó a una de las criaturas caídas, observando su cuerpo blindado, "Nunca había visto algo así", dijo en voz baja, la criatura aún se movía, pero apenas.

Mientras Mateo dirigía a su equipo hacia el portal, se escucharon disparos a lo lejos. No era del equipo. Aún había supervivientes, escondidos en los rincones oscuros de lo que quedaba del pueblo, Marta Sánchez, que había logrado ocultarse en su sótano con sus dos hijos, escuchaba el ruido de las botas acercándose, Su corazón latía con fuerza, rezando para que fueran los soldados y no esas cosas.

Cuando finalmente abrieron la puerta del sótano, Marta rompió a llorar de alivio, Habían sobrevivido, pero Riverton no era más que ruinas.

Mientras Mateo inspeccionaba los alrededores del portal, algo comenzó a cambiar. El zumbido se intensificó. Los soldados se prepararon para lo peor, pero, en lugar de más criaturas, el portal comenzó a cerrarse. Sin previo aviso, la luz parpadeó, y en cuestión de segundos, la abertura se colapsó sobre sí misma, llevándose consigo cualquier rastro de lo que había ocurrido.

El teniente Morales y su equipo se quedaron en silencio, El peligro inmediato parecía haber pasado, pero nadie sabía qué había sido ese portal, de dónde venían las criaturas ni si volverían, todo lo que sabían es que algo mucho más grande estaba en juego, algo que estaba fuera de su control.

Días después, los rumores sobre lo sucedido en Riverton comenzaron a correr. Algunos hablaban de criaturas invisibles, otros de monstruos que escuplan ácido, La verdad, enterrada entre el miedo y la exageración, era que nadie sabía exactamente qué había sucedido aquel 3 de marzo, Pero lo que si sabían era que ese día marcaría el inicio de algo terrible, algo que no se detendría con el cierre de un solo portal.

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Bitácora del Proyecto Centinela – Autora: Helen Sho, Jefa de Inteligencia

3 de marzo de 2043: Primer Portal

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Mañana Tranquila en Riverton

El 3 de marzo de 2043 comenzó como cualquier otro día en el apacible pueblo de Riverton. Los niños correteaban por las calles de tierra, los adultos conversaban bajo la sombra de los árboles, y las campanas de la iglesia resonaban a las 8:00 AM. Las familias de agricultores estaban enfocadas en sus labores diarias, ajenos a lo que estaba por suceder.

En ese momento, muchos habitantes describieron el día como "el más tranquilo en semanas". Las charlas sobre el clima, las cosechas y las próximas festividades locales llenaban el ambiente. Nadie estaba preparado para el caos que se desataría minutos después.

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Aparición del Portal

9:15 AM: Sin advertencia, una vibración inusual recorrió el aire en la plaza principal del pueblo. Algunos testigos dijeron que sintieron un frío repentino, como si el aire hubiera cambiado de textura. Una abertura luminosa comenzó a formarse en el centro de la plaza, creciendo hasta alcanzar cinco metros de diámetro. María García, de 17 años, fue la primera en verlo mientras paseaba a su perro. "Al principio pensé que era un truco de la luz", comentó más tarde. Cuando intentó tomar una foto, su móvil dejó de funcionar. Desesperada, corrió a casa para advertir a su familia.

Los relatos de este momento varían. Algunos aldeanos que no estuvieron presentes luego exageraron la aparición del portal, afirmando que "el cielo se abrió" o que "la mitad del pueblo fue tragada por la luz". Estos rumores persistieron en los días posteriores, alimentando el temor y la especulación entre los pueblos cercanos.

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El Primer Ataque

9:30 AM: Las primeras criaturas comenzaron a emerger del portal: insectoides gigantes de casi dos metros de largo, con cuerpos blindados de quitina negra brillante y mandíbulas capaces de triturar todo a su paso. Luis Santana, el panadero, fue una de las primeras víctimas. Testigos afirman que intentó huir por la plaza, pero una de las criaturas lo atrapó y acabó con él en segundos. "Fue como si lo hubiera despedazado en un instante", recordó Juana, una anciana que observaba desde una ventana cercana.

Los Carroñeros comenzaron a dispersarse rápidamente, destruyendo todo a su alrededor. El pánico se desató. Los gritos llenaron el aire, mientras familias enteras corrían desesperadas buscando refugio en sus casas o cualquier lugar que les ofreciera protección.

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El Caos y las Reacciones de los Sobrevivientes

10:00 AM: El caos se apoderó de Riverton. Las criaturas avanzaban sin piedad, atravesando puertas y ventanas con sus afiladas extremidades. Raúl, un granjero de 45 años, tomó su escopeta e intentó defender a su familia. "Logré disparar a una en la cabeza, y la cosa cayó, pero no bastó", contó uno de los sobrevivientes. Las criaturas no paraban de llegar. Raúl le ordenó a su familia esconderse en el sótano antes de enfrentarse a dos más. Su cuerpo fue encontrado días después, a las afueras de su granja.

Algunos testigos reportaron haber visto cosas imposibles. "Una de esas criaturas volaba por los aires", afirmó Pablo, un joven de Deverton, una localidad cercana, quien más tarde fue desmentido, ya que él no estuvo presente en Riverton ese día. Sin embargo, sus declaraciones contribuyeron a una creciente paranoia en las zonas rurales.

En entrevistas posteriores, muchos habitantes de pueblos vecinos exageraron lo sucedido. "El portal se tragó medio pueblo", afirmó Jaime Rodríguez, un residente de Deverton. Otros aseguraban que las criaturas "escupían ácido que derretía cualquier cosa a diez metros de distancia". Ninguna de estas afirmaciones fue respaldada por los informes oficiales.

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Llegada de los Soldados y Testimonios de los Supervivientes

10:45 AM: El teniente Mateo Morales, al frente de un grupo de soldados, recibió la orden de dirigirse a Riverton tras recibir informes alarmantes. Al llegar a las 11:20 AM, se encontraron con un escenario devastado. Cuerpos de pueblerinos y de las criaturas estaban esparcidos por las calles. Los vehículos volcados y las casas destruidas completaban la imagen apocalíptica.

El soldado Javier Estévez comentó más tarde: "Era como si hubiéramos llegado demasiado tarde. No sabíamos a qué nos enfrentábamos. Algunas de esas cosas aún estaban allí, pero parecían estar retirándose hacia el portal".

Los sobrevivientes, aunque pocos, describieron la llegada de los soldados como su única esperanza. "Escuché los disparos y supe que alguien venía a ayudarnos", relató Marta Sánchez, una madre que se había escondido con sus hijos en el sótano de su casa. "No sé cómo sobrevivimos, pero cuando salimos, todo estaba en ruinas."

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El Portal se Cierra

12:00 PM: Los soldados apenas habían comenzado a explorar la plaza cuando el portal, sin previo aviso, comenzó a cerrarse. Las criaturas que no habían regresado a tiempo fueron aplastadas por el colapso de la abertura. "El portal se cerró de golpe, como si nunca hubiera estado allí", describió el teniente Morales. Para algunos, el cierre del portal fue un alivio, pero para otros fue el comienzo de más preguntas.

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Testimonios Contradictorios y Exageraciones

En los días siguientes, comenzaron a circular rumores exagerados sobre lo que había sucedido en Riverton. Un residente de una ciudad vecina afirmó que "las criaturas podían hacerse invisibles y moverse como fantasmas". Otros, como Julio Peña, aseguraban haber escuchado de primera mano que "los monstruos escupían ácido y derretían todo a su paso".

El gobierno trató de controlar la información y envió equipos de investigación para desmentir los rumores más extravagantes, pero los relatos de los pueblerinos seguían generando confusión.

Uno de los soldados, el cabo Ricardo Velázquez, afirmó en su informe que "las criaturas parecían actuar de forma coordinada, como si estuvieran siguiendo órdenes". Aunque esto no fue corroborado por otros miembros del escuadrón, algunos investigadores consideraron la posibilidad de que los Carroñeros tuvieran algún tipo de inteligencia colectiva.

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Conclusión: Un Día de Horror y Mitos

El evento del 3 de marzo de 2043 dejó a Riverton en ruinas. Aunque la mayoría de las criaturas fueron exterminadas o aplastadas por el portal al cerrarse, los rumores y el miedo continuaron extendiéndose por las regiones cercanas. El ataque de los Carroñeros se convirtió rápidamente en tema de conversación en todo el país, con muchos pueblerinos inventando historias que aumentaban el misterio y el terror alrededor del suceso.

El investigador jefe, Daniel Garnica, concluyó en su informe que "aunque las criaturas eran reales, las exageraciones y el miedo colectivo han distorsionado en gran medida la realidad de lo sucedido en Riverton". Sin embargo, lo que sí quedó claro es que el 3 de marzo de 2043 marcó el inicio de un nuevo tipo de amenaza, y el cierre del portal fue solo el primer capítulo de lo que estaba por venir.

Reflexión Final:

El 3 de marzo de 2043 en Riverton no solo marcó el inicio de los portales y la aparición de los Carroñeros, sino también el comienzo de una nueva era de miedo e incertidumbre. Lo que alguna vez fue un pueblo tranquilo y desconocido pasó a ser el epicentro de un evento que cambiaría el mundo para siempre. El "Primer Portal" dejó cicatrices profundas no solo en el terreno, sino también en la mente de quienes lograron escapar con vida.

Los rumores, los relatos distorsionados y las grabaciones fragmentadas del evento serían discutidos y analizados durante años, pero la pregunta más aterradora seguía siendo: ¿cuántos más portales aparecerán y cuántas criaturas aún están esperando cruzar?

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Reflexión personal de Helen Sho:

> "Es extraño cómo la humanidad se aferra a la normalidad incluso cuando todo a su alrededor se desmorona. He seguido cada pista, he investigado cada testimonio, y aunque puedo atar muchos cabos sueltos, la verdad sigue siendo un espectro inalcanzable. Los portales, los 'Carroñeros', y lo que ocurrió ese fatídico día en Riverton no son simplemente anomalías cósmicas o errores en la estructura de nuestro universo; son advertencias. No sé si advertencias para la humanidad o para algo mucho mayor, pero una cosa es clara: hemos cruzado una línea que no puede ser deshecha.

Los informes oficiales buscan respuestas en lo físico, en lo racional, pero mis investigaciones me llevan a pensar que la raíz del problema es mucho más profunda. Estos portales no son meras rupturas en el tejido de la realidad; son puertas hacia algo que aún no comprendemos, hacia fuerzas que no deberíamos estar enfrentando. ¿Es nuestra existencia una variable más en una ecuación cósmica que apenas estamos comenzando a descifrar?

Sin embargo, lo que más me inquieta no es el desconocido que acecha al otro lado de esos portales, sino lo que revelan sobre nosotros mismos. ¿Qué tipo de civilización éramos para haber llegado hasta aquí sin prever esto? El orden en el que creíamos ya no es más que una ilusión. Lo que queda ahora es reconstruir, aprender de los errores del pasado y, sobre todo, prepararnos. Porque los portales seguirán abriéndose, y con cada uno de ellos, nos veremos obligados a cuestionar quiénes somos y hasta dónde estamos dispuestos a llegar para sobrevivir.

Quizá sea demasiado tarde para detener lo inevitable, pero si algo he aprendido de este desastre es que siempre hay una forma de resistir. Siempre hay una esperanza, incluso cuando lo desconocido parece consumirlo todo. Es solo cuestión de encontrar el camino antes de que el mundo, tal como lo conocemos, desaparezca por completo."

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