Porque Xiao Changyi se casó con la familia de An Jing, el clan Xiao lo despreciaba hasta la médula y los aisló aún más a él y a An Jing. En cuanto a las otras personas en la Aldea Jiuping, estaban bastante contentas.
—Veamos cómo el clan Xiao puede mantener la cabeza alta después de esto —comentó alguien.
En cuanto a la Señora Xiao Chen, después de desmayarse dos veces de ira, cayó enferma y ha estado postrada en cama desde entonces.
En cuanto a Xiao Changyi y An Jing, ellos no prestaban atención a estas cosas, viviendo su vida simple y feliz.
Un día, sin querer que An Jing se quedara sola en casa, Xiao Changyi la cargó en su espalda hacia la ladera para despejar un poco de tierra nueva.
El Reino de Xiyun tenía una ley clara que establecía que quienquiera que despejara tierra en la montaña, le pertenecería, y después de registrarlo con el Gobierno del Condado, el gobierno emitiría un título de propiedad para esa parcela.
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