—¡Y esta persona realmente vino a desenterrar tumbas!
—Desenterremos la tumba. Quiero ver qué secreto está oculto dentro —Lin Caisang no tenía miedo en este punto y le dijo al Condestable Wei.
La intuición le decía que podría haber un secreto escondido en la tumba del Tercer Joven Maestro Gong, un secreto que incluso el Viejo Maestro Gong, su padre biológico, podría no saber.
—Hazte a un lado.
Ya Molian la apartó, con la intención de ayudar, pero Lin Caisang agarró directamente su brazo.
—No vayas, deja que el Condestable Wei y sus hombres se encarguen de esto —dijo en voz baja a su lado.
Ellos eran civiles comunes, este tipo de desenterramientos de tumbas no era algo en lo que debieran involucrarse. Si el Viejo Maestro Gong se enteraba y les daba vuelta la tortilla, no podrían limpiar sus nombres ni siquiera si saltaran al Río Amarillo.
Era mejor dejar que el Condestable Wei y sus hombres del gobierno del condado se encargaran.
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