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Recompensa Inesperada

Después de que las mariposas mágicas finalmente se dispersaron, Ian se tomó un momento para recuperar el aliento. Aunque el equipo había pasado dos días completos bajo ataques constantes, ahora tenían un momento de tranquilidad. Ian aprovechó la oportunidad para evaluar su entorno. A su alrededor, el suelo estaba cubierto con un polvo brillante que las mariposas habían dejado al desaparecer.

Tarek, que ya estaba examinando el polvo más de cerca, se acercó a Ian con una expresión de entusiasmo. "Ian, mira esto", dijo, mostrándole un puñado del polvo brillante. "Este polvo tiene una concentración mágica inusualmente alta. Parece ser un residuo dejado por las mariposas mágicas, y podría ser un ingrediente valioso para encantar armas y objetos."

Ian frunció el ceño, interesado. "¿Estás seguro?"

Tarek asintió con confianza. "He visto polvo de criaturas mágicas antes, pero nunca algo como esto. La energía que emite es potente, y si lo refinamos o lo vendemos, podríamos sacar una buena ganancia."

Ian no perdió tiempo. "Muy bien, recojamos todo lo que podamos", ordenó a su equipo. Los miembros se pusieron manos a la obra, recogiendo con cuidado el polvo brillante y almacenándolo en recipientes especiales. A medida que lo hacían, Ian no pudo evitar notar que el polvo parecía tener un brillo interno, como si estuviera cargado de una energía latente.

Una vez que el equipo reunió una cantidad considerable, Ian decidió verificar su valor en el sistema. Tras un breve análisis, el sistema le confirmó lo que Tarek había deducido: el polvo de las mariposas mágicas era, en efecto, un valioso recurso para encantamientos y mejoras de armas. Sin dudarlo, Ian vendió una parte al sistema obteniendo 700 mil puntos energéticos adicionales.

"Bien hecho, Tarek", dijo Ian, satisfecho con el resultado. "Eso nos lleva a un total de 4,7 millones de puntos energéticos."

Tarek sonrió con satisfacción. "Sabía que valdría la pena recogerlo. Este polvo podría ser aún más valioso para nosotros si lo utilizamos de manera estratégica."

Ian asintió, considerando sus opciones. Con los puntos adicionales en su haber, su equipo estaba en una mejor posición para enfrentar los desafíos que aún les esperaban en el corazón del Bosque. Además, ahora tenían un recurso que podría ser crucial para fortalecer sus armas y equipo en el futuro.

"Sigamos adelante", dijo Ian, con una renovada determinación. "Todavía hay mucho más que descubrir y, con suerte, muchos más recursos valiosos por encontrar."

Después de recoger cada grano de polvo mágico y almacenar cualquier otro recurso valioso dejado por las mariposas, Ian y su equipo decidieron que era momento de descansar y recuperarse. Con el terreno despejado y la amenaza inmediata disipada, encontraron un lugar adecuado para hacer un refugio temporal. Una zona más elevada, rodeada por una densa arboleda que les proporcionaría cobertura natural y una defensa adicional contra cualquier criatura curiosa que pudiera pasar por allí.

El gigante de alma y el mono se encargaron de levantar una barrera de rocas alrededor del campamento, mientras que los árboles vivientes formaban un perímetro adicional con sus ramas y raíces, creando una fortaleza improvisada que sería difícil de penetrar sin ser detectados. Los goblins guerreros montaron guardia, atentos a cualquier señal de peligro, mientras los magos restauraban sus reservas de energía con meditación profunda.

Durante dos días, el equipo descansó y se recuperó. Las avispa reinas y las avispa guardián patrullaban los cielos en turnos, vigilando cualquier posible amenaza aérea. Ian aprovechó el tiempo para estudiar el polvo recogido, mientras Tarek organizaba los recursos y preparaba a todos para el próximo tramo de su travesía.

Al tercer día, ya rejuvenecidos y listos, Ian dio la orden de levantar el campamento y continuar su viaje hacia el corazón del Bosque Encantado. El equipo se reorganizó rápidamente en su formación habitual: el gigante de alma al frente, los goblins guerreros en los flancos, los magos y los *márboles vivientes en la retaguardia, mientras las avispa reinas y las avispa guardián se mantenían en lo alto, vigilando cualquier señal de peligro.

A medida que avanzaban, la atmósfera del bosque comenzó a cambiar de nuevo. Los árboles se volvieron más densos, sus troncos más gruesos y sus copas más tupidas. Había un zumbido constante en el aire, una vibración que Ian reconoció como una fuerte presencia de energía mágica. El suelo se sentía más suave bajo sus pies, y los colores del entorno se volvieron más intensos, como si cada hoja y planta estuvieran llenas de vida y poder.

"Estamos cerca del centro del bosque," dijo Tarek, observando cómo las plantas parecían reaccionar a su presencia, inclinándose ligeramente hacia ellos como si estuvieran curiosas. "La energía aquí es más fuerte de lo que imaginé."

Ian asintió, sintiendo la misma fuerza palpable en el aire. Sabía que se acercaban al núcleo del bosque, donde los desafíos serían mayores, pero también las recompensas. Podía sentir cómo cada paso los llevaba más profundo en un lugar que casi parecía tener conciencia propia, un lugar donde cada decisión tendría consecuencias significativas.

Después de varias horas avanzando hacia el corazón del Bosque , el equipo de Ian se encontró ante un paisaje diferente y extraño. Los árboles alrededor de ellos habían crecido de manera descomunal, formando enormes estructuras naturales con troncos anchos y huecos profundos en su interior. Las copas de estos árboles se entrelazaban unas con otras, creando una red de ramas y follaje que parecía entrelazarse en un vasto entramado, como si fueran los pasillos de una ciudad secreta.

Ian observó con cautela, su aguda percepción notando detalles que parecían fuera de lugar: sombras que se movían rápidamente entre las ramas, susurros en el viento que no eran causados por el simple aleteo de las hojas. Decidió investigar más a fondo. Con movimientos sigilosos, Ian se acercó, haciendo uso de su habilidad para ocultarse entre la vegetación densa. A medida que avanzaba, pudo ver lo que se encontraba en el interior de aquellos árboles.

Lo que descubrió lo dejó intrigado: una tribu de hombres pájaro. Estas criaturas tenían cuerpos esbeltos y ágiles, cubiertos con plumas coloridas que variaban entre tonos de azul profundo, verde esmeralda, y amarillo dorado. Poseían alas grandes en la espalda y sus rostros combinaban características humanas con las de aves rapaces, con ojos penetrantes que brillaban con una intensidad sobrenatural.

Observando desde las sombras, Ian notó que la tribu estaba dividida en diferentes roles. Guerreros con lanzas y espadas forjadas en metal ligero y brillante patrullaban los alrededores de su territorio, sus movimientos eran rápidos y calculados, claramente entrenados para la batalla. Más adentro, vio a lo que parecían ser chamanes, figuras envueltas en mantos de plumas que realizaban extraños rituales alrededor de fogatas. Cada movimiento de los chamanes parecía canalizar energía mágica; Ian pudo sentir la corriente de poder que fluía de ellos, manifestándose en pequeñas ráfagas de viento y destellos de relámpagos que chisporroteaban en el aire.

A medida que Ian observaba, comenzó a darse cuenta de la magnitud del desafío que representaba esta tribu. Los chamanes parecían tener una habilidad innata para manipular los elementos del viento y el rayo, y su magia no era simple. Con cada movimiento, parecía que invocaban poderosas fuerzas elementales que podrían devastar a su equipo si no se abordaba con cuidado. Además, los guerreros mostraban una disciplina feroz, manteniendo siempre una vigilancia atenta y movimientos coordinados que sugerían una capacidad combativa formidable.

"Son más de lo que parecen...", pensó Ian, manteniéndose agazapado en su escondite. Sabía que enfrentarse a ellos sin un plan sería un error fatal. Decidió que ya había visto suficiente por ahora. Con movimientos cautelosos, retrocedió lentamente, asegurándose de no ser visto ni oído por los vigías.

Una vez que regresó con su equipo, Ian reunió a todos para compartir lo que había descubierto. "Nos enfrentamos a una tribu de hombres pájaro", explicó en voz baja, describiendo a los guerreros y chamanes que había visto. "Tienen habilidades mágicas poderosas, especialmente en el control del viento y los rayos. No podemos subestimarlos."

Tarek, escuchando atentamente, frunció el ceño. "Si son tan hábiles como dices, necesitaremos un plan meticuloso para enfrentarlos. No solo con fuerza, sino también con astucia."

Ian asintió. "Exacto. No vamos a atacar de inmediato. Debemos prepararnos adecuadamente y estudiar sus patrones, encontrar puntos débiles en su defensa y entender mejor su magia. Una emboscada bien calculada podría darnos la ventaja que necesitamos."

El equipo estuvo de acuerdo, sabiendo que este enfrentamiento sería crucial para su avance. Ian decidió que pasarían los próximos días observando a la tribu desde una distancia segura, buscando el momento adecuado para lanzar un ataque y aprovechando cualquier debilidad que pudieran descubrir.

La tribu de los hombres pájaro representaba un nuevo y formidable desafío, pero Ian estaba decidido a enfrentarlo con la misma determinación y estrategia que lo habían llevado hasta aquí. Sabía que en el corazón del Bosque , solo los más astutos y preparados sobrevivirían.

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