Después de que terminó la fiesta de cumpleaños, todos se dispersaron.
Debido a que su familia fue rechazada, la familia de Lin Huanxi se había mudado de la mansión de los Lin.
Después de regresar a casa, la suegra Hou Caichun comenzó a maldecir furiosamente.
"¡Ye Qiu, maldito animal, ¿hasta cuándo vas a seguir perjudicando a nuestra familia?!"
"Con mucho esfuerzo conseguimos un poco de dinero para comprarle un regalo al anciano y hacerlo feliz, ¡y ahora lo arruinaste todo!"
"Yo solo tenía buenas intenciones, ¿Qué podía hacer si ellos no lo valoraron?"
Respondió Ye Qiu con voz tranquila.
"¿No lo valoraron? ¿Cómo esperas que lo valoren? ¿Un pobre mantenido como tú, que puede ofrecer un regalo de millones? Incluso la familia Li, con todo su dinero, no se atrevería a hacer semejante alarde."
El suegro Lin Shengxi apretó los dientes y dijo.
Ye Qiu se quedó en silencio y miró a Lin Huanxi.
Normalmente, cuando los dos le atacaban, Lin Huanxi solía intervenir para calmar las cosas.
Pero hoy, él se llevó una decepción.
Lin Huanxi estaba sentada en el sofá con una expresión fría, tomó una naranja y comenzó a comerla. Tenía hambre.
Debido a este asunto que los había alterado tanto que ninguno en la familia tenía apetito para comer.
Las miradas extrañas y los comentarios sarcásticos de los familiares.
Estaban tan enojados ¿Cómo podrás seguir comiendo?
"¿Huanxi, si no has comido lo suficiente? ¿Puedo ir a cocinar algo para ti?"
Al ver que Lin Huanxi permaneció en silencio, él le sonrió y le hizo la pregunta.
Lin Huanxi estaba pensando en pedir comida a domicilio.
Pero recordando lo que había escuchado de su guardián, asintió.
Ye Qiu sonrió y fue a la cocina a preparar la comida.
"Realmente es un inútil que no entiende nada, nunca he visto a alguien tan indigno."
Ver a Ye Qiu sonriendo solo enfureció más a Lin Shengxi, quien se golpeaba el pecho de la frustración.
Pero ellos también estaban muy hambrientos, así que se sentaron en el sofá esperando la comida de Ye Qiu.
Después de un rato, un delicioso aroma llegó desde la cocina.
Tras varios años viviendo de mantenido, lo único que Ye Qiu había perfeccionado era su habilidad culinaria.
"La comida está lista."
Después de preparar tres platos y una sopa, Ye Qiu los llevó a la mesa e invitó a todos a comer, incluso les sirvió el arroz.
"Hum, inútil, esto es lo único que sabes hacer bien."
Hou Caichun tomó un pedazo de carne, y mientras comía, seguía maldiciendo.
Ye Qiu se mantuvo en silencio, y se sirvió sopa de ginseng morado y costillas de cerdo en su plato.
Los nutrientes del ginseng morado estaban todos en la sopa, y beberla era muy beneficioso para el cuerpo.
"¿Esta es sopa de costilla con rábano? ¿Por qué tiene un olor tan raro?"
Lin Shengxi notó el peculiar aroma de la sopa y frunció el ceño.
"La hice con el ginseng morado, deberían probarla."
Respondió Ye Qiu Ye Qiu con calma.
Lin Shengxi resopló con desdén.
Al escuchar las palabras "ginseng morado", se enfureció aún más, y decidió no probarla.
Así que Ye Qiu se terminó la sopa él solo.
Observando todo esto con frialdad, Lin Huanxi se sentía tanto sorprendida como decepcionada en su interior.
Todo era tal como su guardián había dicho.
Ella estaba más interesada en saber si los eventos siguientes también serían como le habían dicho.
Y entonces, alguien tocó la puerta.
"¿Quién es?"
Hou Caichun gritó en voz alta.
"Soy yo, Shufen."
"Ah, Shufen, espera un momento."
Hou Caichun se levantó y fue a abrirle la puerta a su vieja compañera de clase.
Muy pronto, una mujer de mediana edad, vestida elegantemente, entró.
Al oler el aroma en la casa, sonrió y dijo.
"¿Están comiendo? Terminen de comer, después jugamos al mahjong."
"De acuerdo, espera un momento."
Hou Caichun asintió; era una adicta al mahjong.
"¡Vaya, qué aroma es este? Me parece muy familiar."
Liu Shufen olfateó el aire y sus ojos se fijaron en la sopa de costilla con raíz púrpura sobre la mesa.
Después de mirarlo detenidamente unas cuantas veces, se dio unas palmaditas en el muslo y dijo
"¡Dios mío, tu familia se ha vuelto rica, ¿eh? ¿Haciendo sopa de costilla con ginseng morado de tan buena calidad?"
"¿Qué ginseng morado?"
La cara de Hou Chuncai se torció un poco.
"¡Esto! Esta pieza de ginseng morado de primera calidad, ¡Dios mío, esto vale al menos cuarenta millones... No se puede comprar con menos!"
Liu Shufen gritó.
Ella se dedicaba al negocio de hierbas medicinales y entendía mucho de esto.
Después de escuchar las palabras de Liu Shufen, la comisura de la boca de Ye Qiu se curvó en una sonrisa satisfecha.
¡Había estado esperando este momento!
¡Mira las expresiones de arrepentimiento en sus rostros! ¡Ver las caras de arrepentimiento después de golpearles con la realidad!
Como era de esperar, Lin Shengxi y Hou Chuncai perdieron la cabeza después de enterarse de la situación.
¿Algo tan caro se había usado realmente para hacer sopa?
"¡Eres un cerdo estúpido! ¿Por qué usaste algo así para hacer sopa?"
Hou Chuncai gritó furiosa.
"Te dije que era ginseng morado, y tú insististe en que no lo era, así que lo usé para hacer sopa porque me lo dijiste."
Ye Qiu respondió con indiferencia, con una expresión de satisfacción en sus ojos.
"¿De dónde lo sacaste?"
Lin Shengxi preguntó con la voz temblorosa.
"En el mercado, un campesino lo estaba vendiendo. Lo compré por veinte yuanes."
"¡Tú, tú!"
Las lágrimas de dolor de Lin Shengxi estaban a punto de caer mientras rápidamente tomaba la hoya y comenzaba a lamer el fondo.
Lamentablemente, el fondo de la hoya estaba completamente vacío, Ye Qiu se había bebido todo hasta la última gota.
Había unos pocos huesos de costilla que Ye Qiu no había comido completamente, pero no podía ponerlos en su boca para chuparlos, ¿verdad?
Al ver a su suegro y suegra en esa situación, Ye Qiu sonrió con desdén en su corazón, una rana en un pozo es una rana en un pozo.
Estaba a punto de levantarse para lavar los platos cuando de repente salieron incontrolablemente una serie de fuertes pedos.
Inmediatamente, un mal olor se esparció, y los rostros de todos en la habitación cambiaron de color.
"¡Maldita sea, tu pedo hizo que se te saliera la mierda,! ¿Cómo puedes ser tan asqueroso?"
Lin Shengxi, que estaba lamiendo el plato, vomitó con disgusto.
Vio una gran mancha amarilla en la parte trasera de los pantalones de Ye Qiu.
Incluso la mancha seguía extendiéndose, y un fuerte olor se esparcía.
"Oh, ya no puedo más. Tu yerno inútil ni siquiera puedes controlar tus intestinos!"
Liu Shufen gritó cubriéndose la boca.
Retrocedió unos pasos, y se rió tan fuerte que casi le salieron lágrimas.
Una de las razones por las que solía visitar a la familia Lin era para reírse del "rey mantenido" de Yanjing.
Pero lo que no esperaba era que este parásito resultara ser tal desperdicio.
Comer a costa de una mujer ya es malo, ¿pero también cagarse en los pantalones? Se convirtió en un guerrero con chorro.
Ella había vivido durante décadas, y era la primera vez que veía a un hombre tan inútil.
¿Ni siquiera puedes digerir la comida que consigues siendo un mantenido?
"¡Ay, estoy realmente impresionada, no sé ni qué decirte! Decirte que eres peor que un animal sería un insulto para los animales. ¡Maldita sea, qué desgracia para la familia!"
Hou Chuncai se tapó la nariz y ni siquiera tenía ganas de insultarlo, sintiéndose un poco aliviada en su corazón.
Al menos esto había sucedido en casa.
Si algo vergonzoso como est hubiera pasado en el cumpleaños numero 70 del abuelo, la familia Lin no podría seguir viviendo en Yanjing.
Lin Huanxi miró a Ye Qiu con asombro, sus hermosos ojos llenos de sorpresa e incredulidad.
Aunque había escuchado la voz del guardián y sabía lo que vendría después, no esperaba que Ye Qiu fuera tan despreciable.
En su corazón, no solo lo despreciaba aún más, sino que también sentía una profunda repugnancia.
Por primera vez, tuvo el deseo de echarlo de la casa y cortar este supuesto matrimonio.
Sin embargo, al recordar las palabras de su abuela antes de morir, apretó los dientes y aguantó.
En ese momento, Ye Qiu estaba realmente a punto de vomitar sangre.
Hace un momento se sentía triunfante, disfrutando de las caras de arrepentimiento de Hou Chuncai y los demás.
Ahora, no podía creer que se hubiera convertido en un "Rey de la repulsión".
"Maldita sea, ¿será que el efecto del ginseng morado es demasiado fuerte?"
Maldijo en su corazón y, con una cara avergonzada, dijo: "Tal vez comí algo malo, voy a tomar un baño."
Luego, tan pronto como se fue, la tormenta en su trasero se volvió aún más violenta.
Si no fuera porque llevaba pantalones gruesos, el pedo habría lanzado mierda hasta el techo.
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