Al oír que venía Shen Feng, Jiang Yue entró en pánico.
Mientras Shen Feng aclarara las cosas, los demás sabrían que ella estaba mintiendo.
Además, la impresión de Shen Feng sobre ella empeoraría aún más.
—Jeje, no voy a perder el tiempo contigo más. Todavía tengo asuntos que atender —Jiang Yue recogió su bolso y quiso irse.
Mo Rao se levantó y la detuvo. —Son solo diez minutos. No tardará mucho. No me gusta que otros calumnien mi reputación y señalen con el dedo a la gente que me rodea. Quiero una explicación.
Cuando Hu Ya vio lo dominante que era Mo Rao, sintió admiración.
¿Quién decía que Mo Rao era mansa? ¡Era muy dura!
—Fue solo una conversación informal bajo la influencia del alcohol. ¿Tienes que tomártelo tan en serio? —preguntó Jiang Yue con enojo—. Este es mi primer día en el equipo de producción. Tendremos que trabajar juntas durante tanto tiempo en el futuro. ¿Tienes que ser tan calculadora?
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