Gao Wen estaba perdida. ¿Cómo iba a encontrar a su hija con una descripción tan vaga? Instintivamente se volvió para mirar a Liang Zhou.
Liang Zhou no miró a Gao Wen. En cambio, miró al maestro y preguntó respetuosamente:
—Maestro, aparte de eso, ¿hay algo más que quiera decirnos?
El maestro suspiró antes de mirar a Gao Wen y dijo:
—Si es posible, es mejor que traigas a tu hija de vuelta. Actualmente, las personas a su alrededor no la tratan con sinceridad en absoluto. De hecho, parece que todos a su alrededor ahora la odian profundamente. Si esto continúa, me temo que no tendrá un buen final.
Gao Wen preguntó ansiosamente:
—¿Por qué? ¿Está ella rodeada de malas personas?
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