Un héroe al rescate

Ye Wanwan regresó a su dormitorio de inmediato y no pensó demasiado en el incidente junto al lago. Solo quedaban unos pocos meses antes del examen de entrada a la universidad, así que no estaría en la escuela por mucho más tiempo; no había necesidad de perder su tiempo en estos juegos infantiles.

La mañana siguiente.

Ye Wanwan volvió a su atuendo extravagante y fue a clase como siempre.

Justo cuando entró, el aula caótica se quedó en silencio al instante. Los estudiantes de la clase la miraban con ojos brillantes y una expresión de esperanza.

Ye Wanwan estaba un poco molesta; esta gente lo hacía tan obvio, ¿realmente la tratarían como a una tonta que no sabía más?

Está bien, con su inteligencia anterior, realmente no habría sabido más.

Ye Wanwan actuó como si no se diera cuenta de nada y caminó directamente hacia su asiento.