— Trabajarán con su pareja durante todo el curso, no pueden hacer cambio de parejas, a cada pareja le asigné un número, después de clases lo ingresaré en mi computadora para llevar un mejor orden. Con su pareja van a buscar en su libro del curso cincuenta términos desconocidos para ustedes, eso deben entregarlo mañana, además de leer el capítulo uno para la siguiente semana, quiero que lo entreguen a mano con la letra de ambos en el trabajo. Deben hacerlo juntos porque quiero que enumeren cada termino, los pares los hará una persona y los impares la otra, así me aseguro de que el trabajo sea equitativo y en equipo.
— ¿Alguna duda?
Nadie se atreve a preguntar nada así que el profesor da por terminada la clase.
— ¿Me das tu número para poder quedar en un lugar más tarde para hacer la tarea?
— ¿Para qué se lo des a tus desesperados amigos? No lo creo, nos vemos en la biblioteca a las dos, después de almuerzo.
— Bien. — Responde entre dientes, después de quedárseme viendo por un momento muy seriamente.
— Nos vemos en la sección de informática, no llegues tarde.
Sin esperar su respuesta voy a mi siguiente clase.
Al entrar la clase está un poco llena, me siento en uno de los asientos que aún quedan libres, justo cuando tomo asiento el profesor entra a la clase. Mientras el profesor pone sus cosas en el escritorio la puerta vuelve a abrirse, Denver entra intentando no hacer ruido, desde arriba intenta buscar un lugar, yo trato de esconderme para que no me vea ya que, hay un lugar vacío a mi lado.
— ¿Está ocupado? — Se sienta antes de que conteste.
— Ahora sí. — Suspiro con pesar.
— Parece que no te agrado ¿No te caigo bien?
— Acabo de conocerte, pero la verdad es que no me caes nada bien.
— Creo que deberíamos conocernos mejor en el almuerzo. Ya sabes, después de todo seremos compañeros todo el semestre.
— No, ya quedé en almorzar con alguien.
— ¿Tan pronto? No ha pasado ni un día de clases y ¿Ya tienes pretendientes?
— Voy a almorzar con mi amiga.
— ¿Cómo es tu amiga?
Denver me ve con demasiado interés, el iluso cree que voy a describírsela.
— Ni creas que voy a presentártela. — Frunzo el ceño.
— Está bien, tranquila, solo quería molestarte.
— Mejor dejemos de hablar ¿Sí? Presta atención.
Mi celular vibra, acaba de entrar un mensaje de Jen.
° Nos vemos al medio día en la pizzería de enfrente, Marie vendrá con nosotras.
10:16 am
° Ok. Te llamo al acabar mi clase
10:16 am ✓✓
— Es una buena pizzería. — Susurra Denver.
— Deja de leer mis conversaciones. — Susurro molesta.
— Eso fue lo que hiciste antes. Es molesto ¿Cierto?
— Estamos a mano, ya no lo hagas.
— Sé que parece raro, pero mis hermanos y yo iremos a esa pizzería después de clases, no pienses que te estoy siguiendo.
— Si, claro. No es para nada raro.
— ¿Qué te parece si vamos juntos? Después de todo vamos al mismo sitio, al llegar prometo no molestarte, ni siquiera notarás mi presencia.
— ¿Si digo que sí me dejarás prestar atención?
— Por supuesto.
— Bien. — Ruedo los ojos.
Luego de aquella clase guardo mi cuaderno en mi mochila, hay algo de calor así que me quito la chaqueta, la doblo para guardarla también en la mochila.
— ¿Lista? — Pregunta Denver.
— Sí. — Cierro la mochila.
Al principio no hablamos de nada, solo caminamos en silencio el uno junto al otro, el silencio termina cuando vemos pasar a un chico con una camiseta de It, es una de las mejores películas de suspenso.
— ¿Ya viste esa película? — Pregunta Denver señalando la camiseta.
— Si, es muy buena. La vi el día del estreno con Jen.
— Yo también, con mis hermanos. En la función de medianoche.
— Imagina caminar solo de noche, por la calle después de ver esa película.
— Seguramente si se me aparece un payaso me daría un infarto.
— ¿Qué tipo de películas te gustan?
— Me gustan de suspenso obviamente, de zombis y de acción.
— ¿Resident Evil?
— Sí, pero solo las tres primeras, las demás son aburridas.
— La última es la peor.
— Los videojuegos son otro mundo, esos de verdad me encantan todos.
— Si, Resident Evil 2 es el mejor por mucho.
— Me gusta más el original, pero el 2 se acerca mucho a ser tan bueno como ese.
— ¿Te has vuelto adicto a algún juego?
— Sí, en vacaciones pasé casi todo un mes encerrado en mi habitación jugando Uncharted 4.
— ¿De veras? ¿Solo un mes? — Me burlo.
— Bien, me atrapaste, fueron dos meses.
Después de todo no es tan idiota, pienso mientras nos reímos. Él abre la puerta de la pizzería dejándome entrar primero. Veo a Jen y Marie sentadas en una mesa al fondo, le ofrezco una sonrisa a Denver antes de irme, él se sienta en una mesa cerca de la entrada para esperar a sus hermanos.
— Oh por Dios "Soy yo o Denver Casanova acaba de sonreírte? — Dice Marie entusiasmada.
— Sí ¿Por qué? — Pregunto intrigada.
— ¿No has escuchado nada sobre él o sus hermanos?
— No. — Responde Jen por mí. — No sabemos nada.
— Esos chicos son los más codiciados de todo el campus, tienen la reputación de llevarse a todas las chicas a la cama y luego dejarlas, nunca han tenido nada serio con nadie, según lo que cuentan.
— Eso no puede ser cierto. Sí, Denver es un patán, incluso me calificó en un grupo de WhatsApp, pero es muy agradable cuando lo conoces mejor.
— Así es como son esos chicos Kate, saben cómo atraerte, al principio son amables, dulces, seductores, luego cuando obtienen lo que quieren dejan de interesarse por ti.
— ¿Conoces a alguien a quien le hicieran eso?
— Una amiga dice que tiene muchas amigas que han estado involucradas con ellos, algunas personas dicen que se han acostado con más del 35% de las chicas del campus y han besado casi al 60%.
— Eso no puede ser cierto. — Dice Jen. — No creo que estén tan buenos como para poder lograr eso.
Justo en ese momento tres chicos entran a la pizzería, un chico castaño de ojos azules, al sonreír se hacen notar sus camanances, los dos chicos junto a él son gemelos, uno tiene ojos grises y el otro azules, son rubios y al igual que el otro tienen cuerpos atléticos, Denver se parece a ellos, salvo que sus ojos son avellanados, tiene cabello rubio cenizo y es un poco más alto que ellos.
— Ya cierren la boca chicas. — Dice Marie. — Por si se lo preguntan. Sí, ellos son los hermanos Casanova. El mayor es Kane, los gemelos son Shawn el de camisa azul y Caleb, el de camisa Roja, y como olvidar a tu amigo Denver.
— Ahora que lo pienso mejor, creo que son ciertos los rumores — Dice Jen mordiendo su labio inferior. —¿Cómo no querer tirarse a uno de ellos?
Ella es así, siempre dice esa clase de cosas, no se guarda nada para ella.
— Van a escucharte. — La reprendo.
— Están muy lejos.
— Son demasiado guapos, lo sé, pero les recomiendo alejarse de ellos, se rumora que su padre no está en buenos pasos, ellos tienen mucho dinero, pero nadie sabe cómo se gana la vida su padre.
— ¿De qué hablas? ¿No saben dónde trabaja?
— Unos dicen que fabrica drogas, otros que es el jefe de una mafia, lo que yo creo es que trafica órganos. — Susurra.
— No lo creo, debe ser un negocio a distancia o algo así.
— Puede ser. — Se encoge de hombros. — El punto es que no intenten jugar con fuego, podrían quemarse. Esos chicos están en malos pasos.
— ¿Malos pasos? ¿Se meten en problemas? — Pregunto con curiosidad.
— Sí, en problemas con la policía y en la universidad, de no ser por su padre todos estarían en prisión o ya hubiesen sido expulsados.
De pronto todos ellos se giran a ver en dirección a nuestra mesa, escucho a Denver susurrar.
— Ya se dio cuenta, no sean tan evidentes.
A nadie le importa lo que dice, ellos siguen fijando su mirada en nosotras.
— Creo que alguien les contó a sus hermanos sobre ti. Intenta tomar mi consejo, aléjate mientras aún puedes hacerlo.
— Es mi compañero durante todo el semestre ¿Cómo quieres que me aleje de él?
— Intenta llevar las cosas a un nivel profesional, poco amistoso, pero ameno. — Sugiere.
— Bueno... Hoy pidió mi número y no sé lo di.
— ¿Hablas en serio? — Pregunta Jen sorprendida. — Si me lo hubiese pedido se lo habría dado sin dudar.
— Yo no soy tú Jen, además no se lo di por lo que envió a ese grupo de WhatsApp, estaba casi que ofreciéndome.
— ¿Leíste su WhatsApp?
— De reojo, dijo que yo era un siete de diez, que si alguno me quería estaba bien.
— Seguramente estaba hablando con sus hermanos. — Dice Marie. — ¿Se dio cuenta de que leíste el chat?
— Sí. — Cubro mi rostro. — Luego él leyó mi chat con Jen, creo que por esa razón vinieron a esta pizzería, también por eso vine con él, ambos veníamos al mismo lugar según él y se ofreció a acompañarme.
— Creo que le gustas. — Dice Jen aplaudiendo en silencio muy entusiasmada.
— No es mi tipo.
— Así es como esos chicos logran enamorarte y luego te dejan.
— Marie tiene razón, de todos modos, no estoy interesada en él, me cae muy bien como compañero, pero como hombre es un idiota.