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Jefe lobo

El médico atendió al príncipe, al parecer Shen había sobreestimado el dolor que su cuerpo podía soportar, el médico atendió la nueva herida en su abdomen e informó que el desmayo se debió principalmente al dolor que su cuerpo sentía debido a los múltiples cortes y hematomas en su cuerpo.

Shen, temiendo que alguien más se enterara de esto dio la orden de que solo Zhang vigilara su tienda tan de cerca.

En la madrugada, cuando el sol aún no había salido, Zhang, el cual hacía guardia fuera de la tienda del príncipe, oyó unos quejidos ligeros, sorprendido y con cautela ingresó al interior, se relajó entonces pues vio que en ella solo estaba Shen recostado en su cama. Sin embargo, se sintió terrible al ver que al parecer Shen tenía una pesadilla por lo que sin pensarlo demasiado intentó despertarlo.

Shen, adormilado, decía que le dolía mucho la cabeza, que se sentía mareado, todo esto lo dijo en voz alta, pero parecía que se hablaba a sí mismo ignorando a Zhang. En un tono bajo continuó:

—Aaah, es muy doloroso, ¿Por qué duele tanto? Odio enfermarme, aaaah no puedo ser débil soy…el príncipe… duele mucho —balbuceó mientras mantenía cerrados los ojos y fruncía gravemente el ceño. Zhang giró en dirección a la salida para pedir ayuda, cuando de repente oyó sollozos

—aaah, ¿Por qué no puedo ser débil? … ¿Por qué…estoy tan solo?... —dijo con la respiración entrecortada por las lágrimas que caían cada vez con más urgencia de sus ojos cerrados.

Gradualmente, dejó de murmurar y finalmente su respiración se hizo uniforme y su semblante adoptó una expresión neutra, aunque aún se notaban unas marcas rojas alrededor de sus ojos y los surcos de las lágrimas que se derramaron a borbotones.

Mientras Zhang observaba las pestañas inmaculadamente blancas mojadas agitarse, apretó los puños y limpió los restos de lágrimas en el rostro de Shen. "¿Cuánto tiempo estuviste solo?" Se preguntó en el proceso. Secretamente, se prometió hacer lo posible porque Shen no vuelva a sentirse tan solo nunca más.

Justo antes de llegar a la ciudad se informó al príncipe que los bandidos capturados se habían suicidado, Shen lo verificó el mismo y efectivamente así fue.

Zhang descubrió en los siguientes días que el príncipe solía tener pesadillas que en algunas ocasiones lo hacían murmurar dormido. Se debatió si debía despertarlo o no varias veces, pero decidió dejarlo como estaba, supuso que se debían al largo viaje y enfrentamiento en el cual estaba ahora atrapado, según su experiencia estas irían desapareciendo gradualmente, además si Shen supiera que murmuraba dormido, en el mejor de los casos, probablemente le daría la orden de que haga guardia aún más lejos de su tienda, lo que por supuesto no quería.

Sin embargo, en todas esas ocasiones había intentado calmarlo, acariciando suavemente su cabello y susurrándole que todo estaba bien, lo que al parecer ayudaba a detenerlas o al menos eso parecía pues su expresión se relajaba.

Finalmente regresaron a salvo a la ciudad, se nombró a los "guerreros lobo" parte del ejército real, mejorando su calidad de vida y como líder de dicho grupo se nombró a Zhang.

Una vez aclarado ese asunto, el príncipe se dirigía a una reunión para informar lo sucedido en el enfrentamiento y exponer sus sospechas sobre el reino vecino, cuando repentinamente Zhang tocó suavemente su brazo para detenerlo.

—Espera… —ambos se miraron fijamente— …Por favor permíteme servirte, te juro que tendrás mi lealtad eterna y te protegeré por sobre mi vida —dijo, levantando ligeramente su voz, con tal seguridad y firmeza, que Shen quedó sorprendido y no dijo nada por unos largos segundos, durante los cuales sintió una calidez cómoda y reconfortante en su pecho. Pareció recobrar sus sentidos cuando escuchó los latidos acelerados de su corazón.

—Ten por seguro que así será —dijo finalmente en respuesta, en un tono calmado y suave. Para luego formar una pequeña sonrisa fugaz. Vio sorpresa en el rostro de Zhang, por lo que se sintió nervioso.

—Pero por ahora… —se aclaró la garganta mientras desviaba la mirada— hay asuntos que debemos atender —dijo, dando media vuelta y comenzando a andar. Zhang sonrió también, divertido al ver su rostro sonrojado, reafirmando su deseo de servir a esta persona por el resto de su vida, estar siempre a su lado y ver este lado suyo que nadie más había visto.

La primera orden que recibió Zhang por parte del príncipe fue que mantuviera en secreto las verdaderas intenciones del rey y solo de ser necesario las explicara al grupo de guerreros lobo. Zhang no estaba muy de acuerdo, pero Shen dijo que de eso dependía su seguridad, al menos mientras estuvieran en la ciudad. 

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