233 Todos los Cariños

—No, está bien. Tengo más influencia que la mayoría en este centro comercial y por eso entramos durante las cuatro horas en que está cerrado. Además, Maggie sabe que yo soy ella. Sabrá exactamente lo que tomé cuando lo vea. Después de todo, esta es su tienda.

Maggie entró en la tienda y miró a Yuki. —Esa pieza le pertenece. Fue como si estuviera hecha para ella. Me alegro de que al final sea ella quien la consiguió. Bienvenida a mi tienda en el centro comercial. Si necesitas que te confeccione algo, puedes llamarme en cualquier momento. Sacó su tarjeta de visita y sonrió feliz.

Yuki tomó las tarjetas ofrecidas y las leyó, sintiendo el toque del capullo de rosa en su hombro. Sonrió y sostuvo la tarjeta. —Gracias. La guardaré en un lugar seguro por si se me ocurre algo. Sus ojos brillaron ante la idea de obtener un regalo hecho a medida para Cedric.