“¡Señorita María!”
El pincel se detuvo sobre el lienzo. María se estremeció y se volvió hacia la voz que gritaba su nombre. Su doncella corría hacia ella con una tableta en la mano.
Esos ojos esmeralda se llenaron de miedo ante la familiar expresión horrorizada y el grito de preocupación de su nombre. Imágenes de Sarkon purgando veneno y convulsionando como un pez sacado del agua se dispararon en su mente.
¿Le había pasado algo a Sarkon?
Al pensarlo, agarró con fuerza su pincel como si fuera una varita mágica que podría ayudarla a salvar a su hermoso Hulk si fuera cierto.
Sophie llegó a su lado, jadeando y jadeando como si acabara de correr una maratón, y empujó la tableta frente a ella. "¡Mira este!"
María leyó lo que había en la pantalla con el ceño fruncido y se sorprendió.
RECIÉN COMPROMETIDOS: SARKON RITCHIE Y MARIA DAVIS
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