El anciano pareció perderse en sus pensamientos por un momento antes de chasquear los labios y decir —Yo, Feng Wuyang, nunca he quedado en deuda con nadie en mi vida. Ah, ya sé. Una vez que esté completamente recuperado, definitivamente te presentaré un gran regalo. ¡Jajaja!
El anciano mostró una amplia sonrisa, llena de determinación y dominio hacia Yang Chen.
La impresión de Yang Chen sobre el anciano mejoró. Basado en su interacción de ahora, pudo notar que este anciano era recto y no una persona hipócrita.
—Recuerda esta prescripción y tómala puntualmente. Si hay alguna molestia, iré a la familia Feng y haré una última revisión de tu herida. Así que, si quieres devolverme el favor, habrá muchas oportunidades —Yang Chen no era pretencioso, y sonrió ampliamente.
—Bien, bien, bien. Parece que tú también eres una persona directa, eso me gusta. ¡Jajaja! —La mirada del anciano cambió gradualmente mientras observaba a Yang Chen.
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