Mudarse a la casa de Tristan (1)

—Nos vemos pronto. No puedo esperar a conocerte también... —Bella sonrió, mirando su teléfono móvil, pero su sonrisa se desvaneció cuando escuchó una voz desde la puerta.

—Mami... —Bella se dio vuelta y miró hacia la puerta. Vio a Dax caminando hacia ella, con Tristan siguiéndolo.

«¿Ellos me escucharon hablar con Stefan?», Bella se preguntó mientras les sonreía. Inmediatamente se levantó de su asiento y se acercó a su hijo. Sin embargo, al ver que las mejillas de Dax se tornaban rojas como cangrejos hirviendo, se divirtió; lucía adorable.

—¿Se divirtieron allá afuera? —Al ver que Dax asentía, continuó preguntando:

— ¿Cuánto helado comiste? —Contuvo una risa al ver la mancha de helado de chocolate en su camisa blanca.

—Dos —Dax contestó haciendo una señal de V.

—Cariño, recuerdas tu plan de dieta, ¿verdad? Hoy, no podrás comer más helado... —Bella dijo suavemente, acariciándole la mejilla.