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La espada sagrada y Arthur sekichi

Habían pasado varios días desde que los astronautas llegaron a la tierra con aquellos artilugios.

La compañia MountBlack, la compañía AVESA y la compañía StarVision mantuvieron las reliquias y la grabación de la conversación con el Arcángel Gabriel como ultra secreto, también se les prohibió a los 3 astronautas volver a mencionar aquel tema. 18 años pasaron y las cosas no van en buen camino.

—Señor Lambert, AVESA esta actuando sospechoso—Dijo una persona que estaba al lado de Lambert.

—Habla de una vez.—Dijo Lambert mientras le sacaba punta a un lápiz.

—Están buscando personas que puedan blandir "Filo divino". Los espías que mandamos nos informan que también engañan psicologicamente a las personas que reclutan para que en ellos crezca la determinación suficiente para manifestar el poder de la espada. Si los sujetos no resultaron ser efectivos, los asesinan.

—Con que ya han empezado a moverse, pero debieron de ser más cuidadosos.—Dijo Lambert burlándose de AVESA.

—Si, además de eso, también hay 3 noticias más que le debo de informar y posiblemente la última no le vaya a gustar.—Dijo aquella persona al lado de Lambert.

—dimelo.—Dijo Lambert.

—La compañía también ha estado buscando candidatos para que puedan portar el "El árbol del mundo", tenemos muchos sujetos disponible para usar el báculo. Y como método de seguridad los hemos estado torturando tanto mental como físicamente para que no piensen en escapar.—Dijo aquel sujeto

—Bien, bien. Cuéntame más.—Dijo Lambert aplaudiendo.

—AVESA ha encontrado a un candidato perfecto para portar la espada. Su nombre es Arthur sekichi, es un estudiante de preparatoria japonés, 16 años, sufre de acoso en el lugar donde estudiaba, vive únicamente con su abuela que recientemente acaba de fallecer. Todo apunta a que AVESA se aprovecho de las condiciones de este joven para lavarle el cerebro he inculcarle valores y objetivos, claros y concretos.

—Oye eso es demasiado cruel, nisiquiera nosotros llegamos a tales extremos, Jeje.—Dijo Lambert soltando una pequeña risa oscura.

—¡Eh! B-bueno, siguiendo con el informe de hoy. AVESA esta planeando un ataque hacia nosotros, no sabemos cuándo atacarán pero debemos estar preparados. Nuestros hombre ya están armados hasta los dientes, así que ya no hay nada de que preocuparse. Solo no debemos bajar la guardia por nada del mundo.

—¡Malditos, como se atreven!—refunfuñó Lambert rompiendo el Lápiz que tenia en la mano.

—¡iaah!, ¡Porfavor señor Lambert calmese!, ¡tiene que tranquilizarse para poder recibir adecuadamente a su pedido de animales de cerámica de tamaño real!.

—¡Que es lo que pasa señor La—Dijo una mujer voluminosa que entró a la oficina de Lambert.

—¡ayúdame laurense!, el señor Lambert esta muy enfadado.

—¿eeeh? ¿No lo puedes hacer tu, lance?, apesar de que eres su hijo eres un completo inútil, yo me haré cargo.

Dijo aquella mujer corpulenta llamada Laurense mientras se acercaba lentamente a Lambert.

—¡Carajo! ¡Porqu‐¿Eh?, ay no.—Dijo Lambert confuso y asustados por uno de sus golpes al aire que terminaron dándole en el rostro a laurense, pero ni laurense ni se inmutó.

—Estas muerto ¡Viejoooo!

*Pam*

Gritó Laurense agarrando a Lambert por la cabeza y azotando contra el piso.

—Ah- a-h, no-no hacia falta tanta vi-violencia—Dijo Lambert en el piso desmayadose después de hablar.

—¡Papá!—Gritó Lance mientras corría a socorrer a su padre el señor Lambert.

—Dile a ese vejete que llegó la entrega de esos animales ridículos. —Dijo Laurense saliendo de la oficina de Lambert.

—¡Como se me pudo olvidar eso!—Dijo Lambert levantándose del suelo.

Mientras tanto, los repartidores tenían otra intención a parte de entregar los animales de cerámica de tamaño real que el señor Lambert había pedido.

—Estamos en territorio de la compañía MountBlack, esta misión no sólo es para llevarnos "El árbol del mundo", sino también es para eliminar a la compañía MountBlack de nuestro camino hacia la obtención de "Las 3 lunas de Dios" para llevar a este mundo a una era de paz y prosperidad sin prejuicios. Esfuercense todos, sobre todo tu Arthur. ¡Ya pueden bajar estas esculturas estúpidas!.—Dijo una mujer esbelta y voluminosa por un comunicador dentro de una de las esculturas.

—¡Si!, ¡señorita Alice!—Dijo Arthur sekichi también por un comunicador dentro de una de las esculturas.

Alice Bhenitudz, mano derecha del CEO de AVESA y comandante del escuadrón de asesinato he inteligencia del grupo de criminales clandestinos, "Silent Vipers" . Una líder excepcional, calculadora y fría son las palabras que definen mejor a esta mujer. Se convirtió en mano derecha del CEO de AVESA ya que cuando estos criminales fueron capturados, la compañía AVESA compró a los jueces he hizo de "Silent Vipers" un escuadrón oficial y perteneciente únicamente a AVESA.

Jessie Pattinson, es el nombre del CEO de AVESA.

—señora capitana, ¿porque estamos escondidos en animales de cerámica a tamaño real?—Dijo uno de los infiltrados de AVESA incómodo.

—A su líder, Lambert MountBlack le gusta este tipo de cosas, así que tuvimos tuvimos que tomar esta decisión si queríamos pasar por la seguridad tan versátil de la compañía MountBlack, mi estimado Louis.—Dijo Alice mientras movía sus lentes con sus dedos.

—¡usted es toda una genio, mi señora Alice!, ¡quisiera aprender más de usted!.—Dijo Arthur emocionado y sorprendido por la estrategia de Alice.

—Ujum lo soy, lo soy... Espera ¿Que dijis-

Alice fue interrumpida por un filtrado de AVESA que le habló mediante el comunicador.

—Señorita Alice, ya vamos a empezar con la descarga de las esculturas.

—Esta bien, sean cautelosos y procuren actuar con normalidad.—Dijo Alice en un tono serio cortando comunicación con los que conducían en la camion que cargaba las esculturas.

Los repartidores estaban muy nervioso, la piel de gallina era de esperarse, la piel pálida, una voz temblorosa una expresión como si estuvieran tratando de olvidar y dejar de lado el miedo y la agonía yacía en sus rostros. Ellos tenían la parte más importante a cargo y por lo tanto la más pesada, que es infiltrar a todo el equipo a la Compañía MountBlack, si fallan, los interrogarian y encerrarian hasta que hablaran.

—Muy buenas tardes, venimos a hacer entregar de un total de 7 esculturas de animales a tamaño real que el señor Lambert MountBlack ordenó.

—un momento porfavor, necesito informar verificar esta entregar.—Dijo la recepcionista que estaba cerca a la puerta de entrada y salida.

—esta bien, ¡oye hay que ir bajando las esculturas AVE-!—uno de los repartidores fue interrumpido por su compañero tapando su boca.

—Idiota, piensa antes de hablar.

—Lo siento, fue sin querer.—Dijo el repartidor que casi delata al equipo aun con la mano del otro repartidor en su boca.

—Acabo de verificar que el señor Lambert si tenia en su agenda una entrega, así que pueden subir la entrega a la planta alta del señor Lamb- ¿Disculpe, que están haciendo?—Dijo la recepcionista un poco avergonzada.

—No es lo que cree, mi compañero había soltado una palabrota, jejeje (Maldito de esta no te salvas. ¡porfavor matenme!)—Dijo y pensó el repartidor que tenía su mano en la boca del otro repartidor asustado he incómodo

Ya en la planta donde se encontraba Lambert y compañia. los repartidores empezaron a desempaquetar y colocar las esculturas en sus respectivos lugares asignados por Lambert.

—Coloquen este aquí, este por aquí, este otro por aquí, este es demasiado grande. Laurense ven y ayuda a cargar este.

—Ash que fastidio contigo Lambert.—Dijo Laurense somnolienta cargando la escultura más grande.

—¡El diablo!-Dijo uno de los repartidores sorprendido por la gran fuerza de Laurense.

—Tú que, mejor dime donde pongo esta aberración antes de que se me de a gana de soltarlo.

—¡Si! Es justamente por ahí- Dijo uno de los repartidores señalando a el lado izquierdo de la puerta de la oficina de Lambert.

Los esculturas ya habían sido colocadas en sus respectivos lugares, la infiltración ha sido un éxito.

—Entonces ¿Cuál sería el monto?—Dijo Lambert.

—Por las 7 esculturas serían 4000 dólares. Si quiere dejar una propina por la entrega se le agradecería mucho.—Dijo uno de los repartidores con una lata de pintura vacía el sus manos.

—Esta bien, Lancé dales tu sueldo.

—¡¿Estas loco?!. bueno que más da *snif*—Dijo Lance trayendo una maleta llena de dinero con lágrimas lágrimas sus ojos.

—Muchas gracias que tengan un día, Bye bye—Dijeron los 2 repartidores al unísono corriendo hacia la planta baja.

—Que raros esos 2 se despidieron a toda prisa, deben tener otro paquete que entregar creo yo.—Dijo Lambert.

*Estas equivocado Lambert.*

—¡Quien dijo eso!.—Dijo Lambert

—De donde proviene esa voz.—Dijo Laurense.

—A-¿Acaso hay fantasmas?—Dijo Lance

*Crack*

Las estatuas se quebraron y se rompieron

*Crack*

Las esculturas es quebraron y rompieron cada una de ellas saliendo de estas los infiltrados de AVESA.

—Hola Lambert—Dijo Alice

—Alice, que haces aquí.—Dijo Lambert conteniendo su ira.

—¿No es obvio? Vine a matarte. Vas a caer Lambert MountBlack. —Dijo Alice con 2 navajas en sus manos.

—Señor Lambert, será mejor que huya.—Dijo Laurense poniéndose en frente de Lambert.

—Nadie va escapar de su castigo aqui. —Dijo Arthur.

—Y Como vas a lograrlo, mocoso. —Dijo Laurense caminando hacia Arthur.

—Muy fácil. Filo Divino:Mundo silencioso.—Dijo Arthur levantando su espada hacia el cielo y cubriendo todo con una barrera púrpura.

—¡Que carajo es eso!—Dijo Laurense impactada

—Filo Divino:Mundo silencioso, la espada genera una barrera impenetrable en la que no escapa ni el sonido. Así que griten cuanto quieran, que nadie los va a salvar de las atrocidades que hicieron.—Explicó y exclamó Arthur mirando fijamente a Lambert y compañia con una mirada sombría.

¿Será posible que este día la compañía MountBlack sea eliminada junto a Lambert?

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