Los ojos de Arvina se abrieron de par en par espantados.

—¿Estás dispuesto a dar el paso correcto?

—¿Estás dispuesto a traicionar a tu padre para hacer tuyo el Trono? —preguntó Amaya con una sonrisa curiosa en su rostro.

Una cosa estaba clara, definitivamente estaba disfrutando las distintas reacciones que aparecían y desaparecían en el rostro del Primer Príncipe.

—…

El Príncipe permaneció en silencio durante un buen rato y luego, miró a Amaya y al verla sonriendo hacia él, su rostro se tornó frío y se levantó.

—No necesito tomar estas medidas extremas, estoy seguro de que el padre el Rey tomará la decisión correcta y me hará el próximo Príncipe Heredero. Ahora, si no tienes nada sustancial que decir, me retiraré.

Diciendo eso, el Primer Príncipe se dio la vuelta.

Mirando su espalda, Amaya soltó una carcajada.