Ayudando al Maestro del Dojo

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—¿No quieres la ayuda de los elfos? —preguntó Miles confundido. Estaba bastante seguro de que su hijo aceptaría esta oferta en circunstancias normales.

¿Había algo mal? Miles esperaba lo peor mientras esperaba escuchar la voz de su hijo.

—No creo que deba dejar este lugar ahora mismo. Estoy tratando de averiguar algunas cosas sobre mí y quedarme aquí probablemente me entregará las respuestas que busco —finalmente respondió Nial sin compartir todo lo que pasaba por su mente en ese momento.

En este momento, Nial no estaba seguro de que el árbol sagrado, Yggdrasil, lo aceptaría ahora que el Símbolo de la Vida se había fusionado con la semilla Odisea. Y aun si Yggdrasil lo aceptara, Nial no tenía idea de si el suministro de fuerza vital realmente le ayudaría.

De alguna manera podría ayudarle, pero Nial no creía que valiera la pena viajar de vuelta al Bosque de la Vida porque tomaría alrededor de dos meses para un viaje de solo ida.