Ella se encontró con su mirada con calma. Docenas de pares de ojos inyectados en sangre se encontraron con sus dos ojos carmesíes.
—¿Por qué no te molestaste en mirar lo que estabas metiendo en tu boca? Solo tienes la culpa a ti mismo. —Diciendo eso, decapitó a su líder y les mostró su rostro.
Este acto podría parecer bárbaro, pero Roy podía decir que había mucho pensamiento detrás de él. —Ella está haciendo uso completo de mi consejo. —Él le había dicho que no ganaría si no mataba al líder de la manada al principio, ¡pero el lado opuesto de esta afirmación es ahora que lo ha matado, no perderá!
Cuando las hienas vieron la cabeza de su líder, entraron en pánico.
Y en su pánico... ¡cometieron incontables errores!
Su líder estaba muerto.
Los mejores candidatos que podrían liderarlos en lugar de su líder también estaban muertos. ¡Muertos del todo!
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