Capítulo 278: Llevando al lobo adentro

—¿Quién iba a decir que una persona tan fuerte se ocultaba dentro? —Avilia suspiró, fingiendo como si acabara de sobrevivir a una calamidad—. Menos mal que esquivé a tiempo o me habría matado.

—Sí. Quién lo hubiera sabido. Si lo hubiera sabido, nunca te habría enviado primero —coincidió Gabriel—. Aún así es bueno. Después de que esquivaste, tuve la oportunidad de enfrentar su ataque. Debería darte las gracias.

Ambos sabían que el otro conocía lo que estaban pensando, pero ninguno lo aceptó abiertamente.

—Ahora que has matado al Guardián de Arecia, ¿cuál es tu siguiente plan? ¿Revelar esta noticia a los ciudadanos? —preguntó la joven Sacerdotisa—. Si Gabriel salía ahora, podría usar al Duque como testigo para afirmar que fue atacado y ya tenía el cuerpo del Santo Caballero como evidencia.