Verdaderamente una pareja hecha en el infierno

—Urgh... —emite un gemido bajo Valyr, mirando el origen del dolor que estaba experimentando, que provenía de su mano que sostenía la lanza al frente. Aunque parecía que ambos lados habían recibido daños iguales, él había acabado con la peor parte, las muñequeras en ambos brazos ahora mostraban niveles considerables de daño.

'Al menos le he causado un daño decente a la serpiente...' pensó Valyr para sí mismo, sentándose lentamente para mirar a la Serpiente de la Sombra Juvenil, solo para que su rostro se contorsionara en una sonrisa amarga.

Comparada con él, la Serpiente de la Sombra Juvenil todavía parecía estar más o menos en plena forma, con lo único fuera de lo normal en ella era la sangre rezumando de su cola. A juzgar por lo mucho que se había cortado, Valyr había logrado realizar un contraataque, aunque a costa de su propia salud.