Tras hacer una leve reverencia, el hombre respondió respetuosamente —He estado siguiéndolos todo el día. Pero, no han hecho nada más que atender una tienda. No parece que vayan a hacer algo pronto.
Silvia parpadeó los ojos mientras miraba al hombre frente a ella. Era claro que no podía creer lo que este hombre acababa de decir.
—¿Estás intentando jugar conmigo? ¿Crees que tengo tiempo para seguir bromeando en un momento como este? ¿Me estás diciendo que solo estaban atendiendo una tienda? —preguntó Silvia irritada mientras miraba al hombre frente a ella.
Este era otro subordinado más que ella poseía. Ya estaba en la estrella 10° del nivel humano ordinario. Esto era solo una fuerza secreta que había creado, dependiendo de su propia habilidad para adquirir recursos para ellos.
Y por supuesto, dado que se mantenían en secreto, no había nadie más que ella misma que supiera de su existencia. Así que, esta vez, había enviado a este tipo a buscar información sobre Jack y su grupo.
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