—Ahora, ¿por qué no me dices por qué me buscas? —dijo Jack fríamente mientras miraba a Samantha, que estaba esparcida en el suelo, gimiendo de dolor.
Ella miró a Jack, el horror evidente en sus ojos. Esta vez, pudo decir la razón por la que él la había vencido fácilmente. Jack era mucho más fuerte que ella en que ni siquiera pudo tener la oportunidad de usar las armas que tenía.
Además, mientras observaba la mano de Jack, podía ver que él estaba sosteniendo algo. ¡Esos eran obviamente sus gadgets que contenían las armas láser!
Pero aún así, lo que más le preocupaba era que la persona frente a ella no era tan simple como había pensado. Él era una existencia con la que nunca se debía haber metido. Por esa razón, ahora estaba llena de arrepentimientos.
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