La duración de la posesión sombría terminó y Evan volvió a su forma normal. Una sombra negra salió de su cuerpo y se convirtió en Albelu, quien todavía desprendía un aura sedienta de sangre.
—¿Qué... qué estás haciendo? —preguntó Kazil con voz ronca cuando Elisia usó su habilidad de sanación en él.
Evan lo miró pero no se tomó la molestia de responder y solo miró su cuerpo que se estaba sanando lentamente.
Todo el cuerpo de Kazil estaba quemado por el fuego y el relámpago, le faltaba una pierna y tenía numerosas heridas por todo el cuerpo.
Evan temía no poder convertirlo en un no-muerto sombrío, por eso lo estaba sanando un poco antes de matarlo.
En un minuto, cuando la piel quemada de Kazil se restauró en cierta medida y las heridas de su cuerpo se cerraron, Evan asintió hacia Elisia.
¡Woosh!
Una espada hecha de elemento luz apareció en la mano de Elisia y atravesó el corazón de Kazil acabando con su vida.
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