Bueno... estoy de acuerdo

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Bartak miraba la pantalla de su teléfono aturdido, sintiendo un escalofrío que le recorría desde el cóccix hasta la parte superior de la cabeza.

Había considerado la posibilidad de ser descubierto, pero no esperaba que ocurriera tan rápido. Había cambiado específicamente de ciudad, preparado un teléfono de repuesto y tarjeta SIM, registrado la tarjeta SIM bajo la identidad de otra persona, desactivado completamente los permisos de micrófono y cámara del teléfono e incluso los había cubierto con cinta opaca. También cambió su dirección IP al publicar videos en el sitio web.

Había intentado todas las medidas de precaución que se le ocurrieron, pero aun así fue atrapado.

Tras un breve pánico, Bartak se calmó y miró el mensaje en la pantalla.

—¿Interesado en iniciar una cooperación?

El tono no era coercitivo, lo que alivió un poco su corazón palpitante.