¡Encuentra Una Esposa!

—¡Aah... Aah... Aah!

—Oh... Ummm. Aah!

El sonido de una mujer gimiendo junto con el de un hombre gruñendo de placer resonó en toda la habitación.

¡Crujido! ¡Crujido! ¡Crujido!

¡Plap! ¡Plap! ¡Plap!

El sonido de la cama moviéndose y el golpeteo de la carne contra la carne también se podía escuchar, acompañando el sonido de su pesada respiración, jadeos y gemidos suaves.

Tristan Davis, el conocido CEO de la Empresa Estrella Celestial, estaba actualmente teniendo un 'extremo ejercicio físico' con una chica dentro de la unidad de su condominio.

Era un famoso Casanova... un mujeriego certificado que llevaba mujeres a su cama una vez que posaba sus ojos en ellas.

Y la chica que estaba en su cama en este momento y siendo empalada era otra de sus víctimas... una víctima de su irresistible encanto.

Ambos se estaban ahogando en este deseo carnal cuando de repente sonó el teléfono de Tristán. Alguien lo llamaba.

Aunque estaba ocupado dando placer a la mujer debajo de él, aún logró echar un vistazo a su teléfono para ver quién lo llamaba.

Cuando vio que el que llamaba era su asistente, extendió la mano hacia su teléfono y contestó la llamada.

—Oye... Matthew, ¿qué pasa?... ¡ugh! Sabes que estoy en medio... de una sesión muy importante. ¡Oh! Aaah... Te dije que no me llamaras... si no es una emergencia. ¡Aah! Aah!... Pensé que ya me había dejado claro eso —Tristán aún pudo decirle a su asistente lo que quería aunque estaba un poco distraído por la sensación de su continuo martilleo de la chica debajo de él.

—Sé señor. Esto es definitivamente una emergencia por eso te llamo —su asistente afirmó con certeza.

Tristán frunció el ceño y preguntó, —¿Qué pasa? ¿Ha sucedido algo malo en la oficina? ¿Tenemos un problema con la empresa?

—No señor. Esto no está relacionado con la empresa —dijo propmtamente Matthew.

—Entonces, ¿qué diablos se considera una emergencia? —inquirió Tristán.

—El Presidente... tu abuelo está en camino a tu unidad de condominio. ¡Ahora está en el elevador yendo hacia allá!

—¿¡QUÉ?! ¡Mi abuelo! —exclamó Tristán, deteniendo lo que estaba haciendo.

«¡Joder! ¡Estoy perdido! Esto no es una emergencia. Si me ve aquí mientras hago esto... ¡argh! ¡Será una catástrofe para mí!», pensó Tristán para sí mismo mientras maldecía interiormente.

—Oye... ¿Bebe? ¿Por qué te detuviste? —preguntó la chica, moviendo sus caderas hacia arriba para encontrarse con él.

—¡Argh! —un gemido suave escapó de su boca debido al repentino movimiento de la chica.

—¡Matthew! Por el amor de Dios, ¡todavía no he encontrado mi clímax!!! Por favor, ¿puedes retener a mi abuelo por un rato, aunque sea solo cinco minutos? ¡Haré esto rápido, lo prometo! —Tristán le rogó a Matthew.

Tristán escuchó a Matthew dar un profundo suspiro.

—¡Ok, señor! ¡Haré mi mejor esfuerzo!

Inmediatamente colgó el teléfono y se giró hacia la chica debajo de él.

—Tanya... lo siento, Bebé. Hay una emergencia. Nada de juegos previos hoy. Terminemos esto rápidamente. Tengo que eyacular dentro de ti lo más rápido posible. Seré brusco. ¿Aún quieres hacer esto? —Tristán le pidió permiso a la chica, acariciando su rostro.

La chica simplemente asintió con una sonrisa. Esa es su señal de ir. Inmediatamente atrajo su cabeza hacia ella, sellando sus labios con un beso apasionado y hambriento.

Tristán devolvió su beso con una necesidad ferviente mientras entraba y salía de ella a un ritmo muy rápido. Al rato, rompió el beso. Agarró una de sus piernas y la puso en su hombro y comenzó a martillearla más fuerte y más profundo.

¡Crujido! ¡Crujido! ¡Crujido!

El sonido crujiente de la cama se hizo más fuerte debido a su intenso movimiento.

—¡Aah! ¡Aah... sí! ¡Sí! ¡Tristán!! Me gusta...¡duro! ¡Más...fuerte! ¡Ahh...más rápido! —gritaba ella.

En el transcurso de cinco minutos, continuó martilleándola sin parar.

—¡Aah... Creo que ya voy a venir!

—¡Tristaaaaan!

—¡Aaaah! —gritó él en el clímax.

—¡Ding! ¡Ding!

En el momento en que alcanzaron su clímax, escucharon el sonido del timbre de la puerta.

—¡Joder! ¡El peligro acaba de llegar! —maldijo Tristán, saliendo de la cama de inmediato.

En un instante, Tristán se puso la ropa. Luego recogió rápidamente la ropa de la mujer esparcida por el suelo.

—¡Bebé, levántate! Ve al baño y escóndete. ¡Quédate allí! Y no hagas ningún ruido.

La levantó, metiéndole la ropa en las manos.

—Oye, ¿de qué va todo esto? —se quejó la chica.

—¡Sshhh! —Tristán le indicó que simplemente se quedara callada.

—¡Ding! ¡Ding!

Escucharon otro sonido del timbre de la puerta. Tristán le dio a la mujer una mirada suplicante antes de empujarla hacia el baño.

—Recuerda lo que dije... no hagas ruido innecesario y no salgas de aquí. ¿Entendido?

La chica asintió con confusión. Tristán inmediatamente salió corriendo de su habitación para recibir a su visitante VIP a quien consideraba un 'peligro'.

Cuando abrió la puerta, su asistente y un anciano digno que simbolizaba valentía y poder entraron en su vista. Una sonrisa incómoda se formó automáticamente en la comisura de sus labios.

—¡Hola, Abuelo! Me sorprendiste con esta visita repentina. —Lo saludó. Luego se volvió hacia Matthew mientras intercambiaban miradas significativas.

El anciano simplemente levantó una ceja, sin responder a Tristán. Parecía estar de mal humor. Tristán gruñó interiormente al ver la expresión seria de su abuelo.

Los dejó entrar y los guio hacia la sala de estar.

—Abuelo... ¿quieres café o té? —le preguntó, tratando de mantener la calma.

El anciano le dio una mirada de reojo. Después de su largo silencio, habló.

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—¿Por qué estás cubierto de sudor? —preguntó el abuelo, habiendo un indicio de sospecha en sus ojos.

Tristán soltó una risa forzada, rascándose la nuca.

—Acabo de terminar ejercitándome cuando llegaste, Abuelo —mintió.

Los labios de Matthew temblaron en una sonrisa contenida y pensó para sí mismo.

'¿Ejercitándote o liándote con una chica en tu cama?'

Su abuelo se volvió hacia él con una cara inexpresiva.

—No necesitas preparar bebidas. No voy a dar rodeos. Te diré para lo que vine aquí —dijo firmemente con su voz autoritaria.

—Estoy bastante decepcionado de tu desempeño en estos últimos meses —le dijo a Tristán francamente.

—¿Eh? ¿Abuelo? ¿De qué hablas? Nuestros valores están yendo bien. También estoy gestionando la empresa muy bien. Doblé nuestras ganancias en estos últimos meses —se defendió Tristán.

El anciano se burló de él. —No estoy hablando de la empresa. ¡Estoy hablando de tus escándalos con mujeres!

Tristán estalló en risas. —Abuelo, esto no es mi culpa. ¡Tu nieto hereda tu buena apariencia, por eso soy popular entre las chicas!

Su abuelo le lanzó una mirada severa.

'¿Cree que sus dulces palabras seguirían funcionándome? ¡De ninguna manera!'

—¡Tristán Davis! Ya eres adulto. ¿Pero cuándo vas a madurar?! ¡Deja de jugar con las mujeres... encuentra alguien y establécete de una vez! —Su abuelo comenzó a regañarlo.

Matthew, que solo estaba escuchando al margen, hacía su mejor esfuerzo para contener la risa. Su poderoso CEO estaba siendo regañado por su abuelo, llamándolo inmaduro.

Bueno, no podía culpar a su presidente. Este nieto suyo era un tipo muy travieso y terco. A menudo era fuente de dolores de cabeza para este pobre anciano.

El anciano carraspeó y con toda su seriedad, le dijo...

—¡Encuentra una esposa o te despojaré de tu posición de CEO!

Tristán:

—¿¡QUÉ???

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