Qué desperdicio... Debería conseguir algo para limpiarlas.

Ran Xueyi nunca había conocido a alguien tan descarado y sin vergüenza como Song Yu Han. Quería tratar de actuar con audacia hacia él, pero no importaba lo que hiciera, él subía de nivel y hacía algo aún más impúdico de lo que ella ya estaba haciendo.

A pesar de que ambos habían visto el cuerpo desnudo del otro varias veces y no se sentían incómodos, todavía había la sensación de vergüenza después de ser observada con un par de ojos.

Antes, lo provocó solo porque estaba segura de que él no entraría en la sala de ducha mientras estuviera bloqueada con una gruesa pantalla de vidrio. Sin embargo, parece que incluso con eso, su descaro era aún más grueso que el vidrio.

—¡Song Yu Han, compórtate como un humano! ¿Qué estás haciendo? —exclamó Ran Xueyi mientras se ruborizaba intensamente.

¿Alguien podría decirle, por favor, cómo domesticar a un esposo bestial?