Álvaro, quien fue testigo de esta escena, casi se cae de su asiento. El agarre en las riendas de los lobos de fuego ya se había aflojado, a punto de caer de sus manos.
—¿Es esta realmente una problemática y salvaje criatura que siempre amenaza a muchos usuarios de habilidades? —se preguntó Álvaro, desconcertado—. ¿Desde cuándo parece ser tan cariñosa? ¡Está mirando a Ainsley como si fuera su joya más preciada!
Álvaro conocía la habilidad de encanto de Ainsley, pero no sabía que era tan formidable. Incluso entre el mismo tipo de habilidad, había unas más débiles y otras más fuertes.
—¡La habilidad de encanto de Ainsley parecía pertenecer a las segundas!
Los ojos de Álvaro ya estaban fuera de sus órbitas mientras su boca se negaba a cerrarse por sí sola. El joven con el mismo cabello que la bebé miraba a la pequeña criatura a su lado como si ella fuera el verdadero monstruo.
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