De vuelta en el Palacio Cordon, Gedeón fruncía el ceño mientras continuaba supervisando a los caballeros llevando a cabo sus actividades habituales en el campo de entrenamiento. En ese momento estaba con Leon, caminando alrededor de cada estación para ver si todo estaba según los estándares.
—Parece que estarás muy ocupado con Su Majestad y el Comandante Bartos ausentes, Comandante —comentó Leon con una sonrisa—. Y eso sin mencionar que también tienes que comprobar cómo se desempeña la Comandante Adah como reemplazo del anterior puesto de la Alfa Clara.
Gedeón frunció el ceño —Tsk. ¿Y realmente quieres echar más leña a mi ardiente furia, eh? ¿Cómo va la recuperación del Comandante Jargon? ¿Has comprobado cuándo planea volver? —suspiró—. No puedo creer que Bartos me haya dejado aquí solo para que él pueda divertirse con su pareja.
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