—¿Durmiendo? —La cara de Frunces se puso fea cuando escuchó que Rosie decidió dormir después de todo el alboroto. —¿Estás seguro de que volvió a dormir?
—Sí, señorita.
—¿Y el Duque?
—Aún está hablando con el Sr. Moller.
—Hmm... No dejes que el Duque se entere. Deja que esa mujer duerma por su cuenta. En cuanto a ti, prepara el carruaje. Nos vamos en cualquier momento.
—Pero el Duque y el señor Denys no nos han dicho nada.
—Lo harán. Y una vez que lo hagan, ¡nunca esperarán a nadie!
...
Hacienda Moller
Al sur de Lonyth
—Escuché que ya se fue —el Duque Moller sonrió con suficiencia al hombre mayor sentado frente a él. Este hombre era el Barón Teri, uno de sus aliados. El olor a alcohol era fuerte en el aire, y el sonido de la chimenea cercana hacía la habitación aún más acogedora de lo que ya era.
El Barón Teri sirvió algo de vino al Duque antes de servir su propia bebida.
Unterstützen Sie Ihre Lieblingsautoren und -übersetzer bei webnovel.com