Neveah despertó con la sensación de una mano acariciando su cabello cariñosamente, y en el mismo momento en que su conciencia fue restaurada, su mente presentó un vago recuerdo de la noche anterior.
Ese cálido abrazo, susurros tiernos perdidos en su mente subconsciente, un aroma tan familiar, que se había registrado hace tiempo en su corazón... incluso cuando no debería tener lugar allí.
El recuerdo era confuso, quizás un sueño, Neveah no podía estar segura, pero de lo que sí estaba cierta era del hecho de que había pensado en un nombre... un nombre que no debería haber estado en su mente.
Su mente había reconocido esa presencia, incluso a través de la neblina del sueño,
Pero ahora, sabiendo que había de hecho una presencia a su lado en este momento, Neveah no estaba segura de querer mirar.
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