Deja de pensar

—¿Puedes dejar de pensar en eso, aunque sea solo cinco minutos? —preguntó Dora, con un tono ligero mientras jugaba con el envase de comida para llevar frente a ella. Se metió otro nugget de pollo en la boca, cerrando los ojos mientras saboreaba el sabor, masticando lentamente como si tuviera todo el tiempo del mundo. Kael no pudo evitar sonreír al verla

Pero la sonrisa se desvaneció mientras sus pensamientos se oscurecían. Frunció el ceño y dejó el tenedor. —¿Cómo es que no estás pensando en eso? Su voz ahora tenía un tono de frustración. — ¿No te preocupa siquiera un poco? Estás aquí sentada, comiendo nuggets como si no fuera gran cosa, y yo podría ser responsable de matar a alguien. ¿Eso no te altera en lo más mínimo?