—¡Más están viniendo hacia nosotros! —Antes de que Evie se sintiera abrumada, Onyx voló hacia arriba otra vez, alto sobre el alcance de los gigantes donde no podían alcanzarlo. Desafortunadamente, al mismo tiempo, estaba lo suficientemente alto como para que su llamarada no pudiera alcanzar y matar a nada.
—Gracias, Onyx —Evie acarició cariñosamente la espalda del dragón mientras tomaba una profunda respiración y descansaba por un momento. Estaba agradecida por lo atento que había estado todo el tiempo. Era como si hubiera sentido el peligro e inmediatamente se alejó—. Eres realmente asombroso. ¿Así es como siempre has luchado en el pasado?
Ahora Evie entendía por qué Onyx era el único antiguo dragón de fuego sobreviviente después de la destrucción de las hadas de luz. Este dragón era incomparable. Simplemente era majestuoso – el rey de todos los dragones.
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