Mientras

—Gideon —no parecía poder reaccionar después de escuchar su declaración. —No podía creer lo que acababa de escuchar. —¿Acaso ella comprendía lo que él había estado tratando de decir? —¿Esta chica... cómo podía… cómo podía seguir sonriéndole de esa manera?

Para él, estaba clarísimo que ella estaba rota hasta el extremo. De hecho, en este momento, ella todavía estaba sangrando y sufriendo de dolor, llena de cortes y contusiones por dentro. Sin embargo, todavía podía sonreír tan deslumbrantemente y ¿por qué… por qué lo miraba a él como si fuera su nueva luz de esperanza? Sus ojos, que antes estaban apagados y sombríos, ahora brillaban con un vigor renovado que parecía haber surgido de la nada.