Cara a cara

—Perdón por la tardanza, chicos —expresó el narrador—. Hoy es un día bastante ajetreado para mí x.x 

—Evie está bien, ¿verdad? —Gavriel se había apresurado a preguntar esto, antes que nada—. Era evidente que sólo la tenía a ella en su mente. Sus penetrantes ojos grises estaban escudriñando los de Gavrael en busca de una respuesta. Sin embargo, él permanecía donde estaba, sentado pacientemente, sin hacer ningún esfuerzo evidente por apresurarse y acercarse a Gavrael, aunque sus ojos demostraban cuán ansioso estaba de escuchar cualquier noticia sobre ella.