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—¿Qué pasa? —contestó Levy—. Simplemente voy a enseñarles cómo tratar bien a una dama, como se merecen ser tratadas. 

—Vas a enseñarles cómo coquetear y convertirse en un baboso como tú —respondió rápidamente Zolan con un resoplido.

—Vaya, señor Zolan... aquí vamos de nuevo, ¿no te lo he dicho muchas veces antes? A nosotros, los hombres guapos, no se nos debe llamar babosos. Deberíamos ser llamados seductores –

—Eres el único que piensa así. Ahora cállate y ve a llamar a Samuel para que venga. Es hora de cenar —Zolan puso fin a las tonterías de Levy y le dio una orden para mandarlo lejos por un tiempo.

Cuando todos se reunieron alrededor de la mesa con Evie sentada en el lugar principal, pues fue el asiento al que Zanya la llevó, todos comenzaron su cena. 

Por primera vez en mucho tiempo, todos finalmente comieron en una mesa decente, bajo un techo. Y ahora, con la adición de un nuevo miembro al grupo también.