Zanya

—Ahora, su siguiente tarea es liberarlo, princesa… —Zanya le devolvió la atención al presente y Evie volvió rápidamente a enfocarse y a regresar al negocio—. Toca el cristal y ordénale que suelte a la persona. Esta vez, debes imaginar el cristal desapareciendo en partículas pequeñas y cristalizadas.

Evie enfocó toda su mente en seguir las instrucciones de Zanya, recordando imaginar claramente en su mente cómo debería verse en realidad. Y con solo un intento, el cristal estalló en pequeñas partículas oscuras relucientes y Elias fue liberado de su confinamiento.

—¡Gran trabajo, princesa! —Zanya elogió a Evie, que sonrió de oreja a oreja por primera vez en mucho tiempo. Muy contenta de haber podido hacer algo increíble y útil. Los otros vampiros aplaudieron el éxito de Evie mientras se acercaban a Elias.

—Gracias —dijo Evie aún sonriendo.