Negarse a Admitirlo

—Wallace ganó, ¡y utilizó un método aplastante para abofetear a Horacio!

—¡Cuando Horacio vio a Wallace esperándolo en la línea de meta, se volvió loco! ¿Qué está pasando? ¿Cuándo la configuración del BMW 520 superó la de mi coche? Es obvio que es imposible.

Cuanto más lo pensaba Horacio, más furioso se ponía. Se sentía aún más seguro de que Wallace había utilizado un coche modificado para engañarlo. ¡Maldita sea!

Horacio salió del coche indignado y vio a su oponente junto a Sharon sonriendo.

Todos los estudiantes presentes estaban boquiabiertos. Todavía no entendían cómo Wallace pudo ganar.

—¡Maldita sea, perra! ¿Modificaste tu coche? ¿Lo condujiste aquí para engañarme?

Jenna lo miró y se burló. —¿No dijiste que lo más importante en las carreras es la habilidad y que no tiene nada que ver con los coches? ¿Por qué cambiaron tus palabras después de perder? ¡No esperaba que fueras tan desvergonzado!