Ethan Smith no sabía qué había experimentado Simona ni cómo era su situación actual en la vida.
Pero en ese momento, ya no le importaba. Solo quería concentrarse cuanto antes en su cultivo.
Toda belleza parecía nada más que esqueletos en los ojos de Ethan, ni siquiera merecía ser mencionada.
—Simona —Ethan saludó a Simona.
Simona también estaba bastante entusiasmada, y parecía muy contenta de ver a Ethan.
El señor de la ciudad se levantó, diciendo:
—Ustedes dos charlen primero. Después enviaré a alguien con comida para ustedes.
—Está bien, gracias —Ethan asintió.
Después de que el señor de la ciudad se fue, Ethan miró a Simona y preguntó:
—Simona, ¿cómo has estado últimamente?
Simona se rió:
—Bastante bien. La Provincia del Sur no es lo que solía ser. Han surgido varias casas de subasta, y yo también he conseguido beneficiarme de su éxito.
Ethan la observó, notando que su cultivo no había mejorado en lo más mínimo.
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