—¡NOOO! —hacía eco del mismo grito que mi mamá había soltado recientemente. Ella había visto cómo se llevaban a mi papá, pero yo acababa de ver cómo apuñalaban a mi guardia, y posiblemente lo habían matado. Dos hombres en mi vida que eran importantes para mí estaban desaparecidos o heridos. Y yo no sabía qué hacer. —¡LEX! —grité por él otra vez. Estaba justo delante de mí y por lo tanto era el más fácil para mí tratar de salvar. —¡BASTARDO! —grité al hombre que todavía tenía su mano dentro de él.
—No soy ningún bastardo —él me sonrió, con la sangre goteando de su codo mientras Lex sangraba profusamente sobre él—. Soy Olorud, Rey de los Verdaderos Demonios y padre de todo mal. Soy quien verá a ti y a toda tu gente destruida.
—¡NO! —grité hacia él—. ¡MORIRÁS POR LO QUE HAS HECHO! —seguía gritándole. Y al mismo tiempo, sentía un dolor abrasador que me recorría. Y no era la única que lo sentía.
Unterstützen Sie Ihre Lieblingsautoren und -übersetzer bei webnovel.com