¡Está muy picoso!

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Connor sabía muy bien que la gente de la Corporación Travio aún estaba cerca.

Por lo tanto, él y Freya tenían que irse de inmediato. De lo contrario, una vez que esas personas los alcanzaran, no importaba cuán buenas fueran las habilidades de Connor, definitivamente no estarían a su altura.

Freya ya era consciente del peligro, así que no dudó en absoluto y siguió de cerca a Connor en sus tacones altos.

Freya lo miró a la espalda con sentimientos complicados.

Podía sentir que lo que él había dicho antes podría ser cierto.

De lo contrario, ¿por qué la empresa se pondría tan nerviosa cuando Connor se fue con ella y por qué contratarían a tantas personas para perseguirlos?

Freya no sabía cómo describir sus sentimientos. Sentía que todo era como un sueño.

El cielo ya estaba oscureciéndose. Connor y Freya acababan de caminar una corta distancia cuando Connor vio una luz de coche no muy lejos.

—Alguien nos está siguiendo —le dijo Connor a Freya con una expresión seria.