Había alrededor de once rocas en la mesa después de que este anciano volcó el paquete boca abajo y sonrió a ambos.
—¡Elige! ¡Elige! —dijo emocionado, mientras empujaba las rocas hacia ellos—. ¡Se las daré por debajo del precio de mercado! Las conseguí de la Manada Garra Roja.
Garra Roja era la manada más rica de este continente y tenía las minas más grandes, más grandes de lo que la Manada del Lobo Aullante y la Manada de la Luna Azul tenían juntas. La mayoría de sus piedras mágicas tenían el elemento fuego, a diferencia de sus minas, que consistían en elementos de tierra y agua, aunque este último tipo era difícil de encontrar.
Iris miró a Caña, quien asintió con la cabeza a esas rocas.
—Elige —él dijo.
Ella sintió que él quería que eligiera la piedra mágica de agua para reemplazar la que le dio a Ania durante su viaje a la Manada del Lobo Aullante.
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