Jeanne estaba realmente furiosa cuando regresó a su habitación, así que quería encontrar a Lucy para desahogarse.
Lucy tenía una especie de magia que, no importaba cuán malo fuera su estado de ánimo, de alguna manera Lucy siempre lograba sanarla cada vez que charlaban.
¡Jeanne siempre había considerado a Lucy como un tesoro lleno de sorpresas!
¡Kingsley era realmente estúpido por no valorar a una mujer como Lucy!
Cuando Jeanne fue de su habitación a la habitación de Lucy, se encontró con Cain, el gerente de las Colinas. Cain dijo que Lucy había llevado a Millie a la prisión subterránea.
En ese momento, supo que Millie estaba acabada.
De hecho, Lucy fue quien le dio a Millie todos sus derechos para alardear. Si Lucy no quería darle nada, Millie no tendría nada, como ahora.
Jeanne se quedó en la entrada de la prisión subterránea viendo cómo Millie se desangraba hasta morir.
Para ser sincera, nunca había visto a Lucy matar a nadie.
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