Harry salió de la ducha y cogió una toalla del toallero mientras salía del baño. Se secó su corta melena de cabello negro con la toalla, sin importarle el rastro de agua que dejaba a su paso mientras iba a su mesita de noche a recoger su teléfono, que había oído sonar justo cuando entró en la ducha.
Al ver que había perdido dos llamadas del mismo número desconocido, frunció el ceño mientras trataba de averiguar quién podría ser. Jade Hank. Ella era la única cuya llamada estaba esperando, así que marcó su número inmediatamente.
Harry se preguntó brevemente si ella seguía siendo la misma persona que era cuando la conoció hace cuatro años. Entonces había sido realmente guapa y divertida, con su largo cabello castaño y sus inteligentes ojos azules. Recordó la irritación que había visto en la cara de su novio cuando los había visto a ambos charlando en el porche aquella noche, y cómo luego los había oído discutiendo por su culpa.
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