El estadio se llena de emoción mientras Evelyn y Marcus se dirigen al centro del campo de batalla. Los ojos de la multitud están fijos en Evelyn, la estudiante prodigiosa de la Clase F, mientras ella se enfrenta a Marcus, el guerrero agresivo de la Clase B. Aunque ambos tienen personalidades marcadamente diferentes, la tensión entre ellos es palpable.
La batalla comienza con Marcus lanzándose hacia Evelyn con una furia feroz, sus manos envueltas en un resplandor brillante de Qi. Evelyn, sin embargo, no se deja intimidar. Con una calma asombrosa, genera un muro de Qi para bloquear su avance. La barrera se mantiene firme ante el ataque de Marcus, reflejando su agresión de vuelta hacia él.
Evelyn sigue con un contraataque. Libera un torrente de Qi que golpea a Marcus con la fuerza de una ola en pleno temporal. Marcus es lanzado hacia atrás, pero se recupera rápidamente y vuelve a la carga, su agresión aumentando con cada ataque. A cada embestida, Evelyn responde con una defensa impenetrable, su Qi fluye sin esfuerzo mientras ella bloquea y evade los ataques de Marcus.
A medida que el combate se intensifica, la multitud observa con asombro cómo Evelyn se adapta a la estrategia agresiva de Marcus. Su habilidad para manipular su Qi y usarlo tanto en defensa como en ataque deja a todos boquiabiertos, incluso a los espectadores más experimentados.
En un intento de acabar con la pelea, Marcus reúne todo su Qi y lo canaliza en un único y potente golpe. El aire parece temblar con la fuerza de su ataque. Pero Evelyn, anticipándose a su movimiento, crea un escudo de Qi justo a tiempo para bloquear su golpe. La energía del ataque es desviada, y Marcus es enviado volando hacia atrás por su propia fuerza.
El combate finalmente llega a su clímax cuando Evelyn, ahora en control total del duelo, lanza un poderoso golpe de Qi que alcanza a Marcus y lo derriba. El estadio estalla en vítores y aplausos mientras Evelyn se queda de pie, victoriosa, y Marcus yace derrotado en el suelo.
Con la tercera victoria consecutiva de la Clase F, la multitud estalla en vítores de incredulidad y admiración. El desafío ha concluido, y contra todas las expectativas, la Clase F ha superado a la Clase B. La victoria no solo demuestra el poder y la habilidad de los estudiantes de la Clase F, sino que también cuestiona las rígidas jerarquías de la academia. A medida que la multitud comienza a dispersarse, todos se quedan reflexionando sobre el impresionante giro de los acontecimientos. Sin duda, este duelo será recordado como el día en que la Clase F cambió las reglas del juego.