webnovel

Un futuro incierto

--Akim…--el hombre de cabello castaño, queda sorprendido al verme, seguramente estaba completamente convencido que no llegaría a dormir aquella noche a la villa del clan, pero la verdad es que en cuanto recibí la llamada de Gabriela White, sin importarme lo más mínimo cualquier cosa o persona, salí del restaurante de inmediato y me dirigí hacia mi villa, ya que no deseaba tener aquella conversación con la única mujer que he amado en aquel lugar y frente de una cualquiera como lo era mi prometida, por lo que colgué de manera arbitraria, y decidí hacer reiniciar nuestra conversación en la comodidad de mi oficina. Si puedo llegar a ser sincero escucharla fue todo un gran suceso, una gran sorpresa y juro que no sabía que hacer o decir al comienzo y más al escuchar que elle necesitaba de mi ayuda, juro que deseaba colgar la llamada y olvidarme de todo, pero algo muy dentro de mí. Aquel adolescente que estaba perdidamente enamorado de ella, estaba tan emocionado por escuchar de nuevo su voz, que incluso puedo asegurar que es por aquel chico enamorado que llevo completamente escondido dentro de mí, que me encuentro en esta oficina preguntándome una y otra vez que fue todo aquello

¿Qué fue lo que escuche en la llamada antes de que todo se quedara en silencio? ¿Había niños y ellos les decían mamá? no estoy seguro de que está ocurriendo, pero por la extraña petición que escuche de su melodiosa voz, he quedado bastante intrigado y hasta inquieto por la situación tan extraña.

--Boss ¿en qué le puedo servir? --Akim me saca de mis pensamientos, en lo que asiento con la cabeza y decido hacerle una seña para que me siga hacia la oficina, ya que no deseo ser escuchado, debido a que no confió en nadie más que en este chico, quien se ha ganado mi confianza con sus miles de actos llenos de lealtad

--Gabriela White, investida todo, que hizo luego y antes de venir a Rusia, investiga hasta el más mínimo detalles, si está casada, si no, si tienes hijos, todo, lo quiero para mañana en la mañana, no quiero excusas—el castaño asiente a mis palabras y se sale de la oficina en lo saco un cigarro y noto como mi teléfono suena de nuevo, pero ahora no se trata de Gabriela la que llama, es Nina, quien debe estar muy enojada por haberla dejado plantada en aquel restaurante sin impórtame en lo más mínimo

--Ull Ledebev… me acabas de dejar completamente sola aquí sin importarte en los más mínimo mis sentimientos, te has burlado de mí y mi familia… es una total falta de respeto…—amo cuando saca sus garras, la verdad ella es como aquellos payasos que te divierten por temporadas, pero luego de un momento pasan a ser molestos debido a que sus chistes y bromas que suelen volverse repetitivas y un poco gastados

--tenía cosas que hacer… deja de hacer una escena…--y sin más que decir, esta explota, aquella da un grito verdaderamente horrible, al ser tan agudo que opto por separar el teléfono de mis oídos debido a que al parecer no le gusto para nada mi respuesta

--¿crees que soy un maldito juguete? me estoy cansando de esto Ull, seré tu esposa, la familia me eligió para ello y me debes respeto, nada debe ser más importante que yo… así que dejaras lo que sea que estás haciendo y vendrás aquí y haremos el amor hasta que yo considere que estoy harta de ti…--maldita sea, como odio esta situación, la razón por la que no cancelo toda esta payasada, es porque la familia la eligió, si la familia la elige, no hay vuelta atrás, ya que al parecer esta me daría los herederos que necesitan en la familia para la nueva generación

--Ahora la que te equivocas eres tu Nina, no eres mi juguete… solo eres un trofeo que utilizare hasta que me canse…--escucho los miles de insultos de su parte, en lo que habla tan rápido que no logro entender absolutamente nada, además de que su horrible voz chillona, entrelazada con sus agudos gritos, no permiten que sea completamente fácil de entender sus miles palabras, pero entonces la escucho de nuevo, haciendo que mi limite esté a punto de llegar a su fin

--¿Cómo te atreves a hablarme de esa manera…?

--descansa. estas algo cansada…--antes de que esta me responda algo más, ya había colgado el teléfono, en lo que di un gran suspiro mientras me daba un leve masaje en mis sienes y rogaba a Dios que me diera la fuerza suficiente para lograr resistir todo esto, porque con esta mujer no sé si el día menos pensado aquella amanezca muerta y no será de amor precisamente, ya que puedo jurar que cada segundo o minuto a su lado, siento como roba mi paciencia y agota el poco carácter amable que tengo para con ella o cualquiera a mi alrededor

En ello se va la noche, una noche en la que no dormí prácticamente nada al tener sueños y recuerdos de aquella chica de bufanda roja, que había encontrado aquel día junto al río, persiguiendo un pedazo de lana mal tejida, mientras me sonría con amabilidad y dulzura, toda mi noche se había ido en ella y no dejaba de atormentarme con la siniestra posibilidad que se haya casado, que tenga hijos y que simplemente me hubiese llamado para restregarme en la cara que nunca fui el elegido para ella, maldita sea me siento tan patético, yo Ull Ledebev ¿sufriendo por una mujer que me abandono en su adolescencia?

Si alguien supiese lo que ronda en cabeza en estos momentos, posiblemente seria la burla de todos, ¿pero qué más puedo hacer? una chica me abandono cuando tenía dieciocho años y me hizo la vida añicos desde ese entonces, debido a que no volví a ser el mismo, me llama y hace que de nuevo rememore aquella época en la que me hundí aún más en el sufrimiento y la agresión, doy una gran suspiro y tomo asiento en el borde mi cama al notar que el sol alumbraba la mañana y yo al parecer solo logre dormir unas cuantas horas, que tontería, no debería estar de aquella manera, pero no sé cómo no hacerlo, soy verdaderamente patético y ridículo al encontrarme de aquella manera tan lamentable

--Boss…--Akim llega con su traje desaliñado y con unas ojeras bastante notorias de bajo de sus azules ojos, lo que significa que este tampoco durmió en toda la noche, al parecer llamando y solucionando todo lo que le había pedido, en lo que me entrega una carpeta y antes de hablar, cierra la puerta de mi habitación con seguro, para asegurarse de no ser interrumpido, además que mi habitación y mi oficina son insonoras, lo cual no permite que nadie pueda intentar escuchar lo que hablo en este lugar, ya que me temo que tengo como diría aquella peli negra una vez, complejo de persecución

--habla… debes descansar al igual que yo…--este da un gran suspiro y procede hablar

--la señorita Gabriela White, es hija de una familia mixta, su madre Rosario Torres y su padre William White, padres de la señorita junto con su hermano Zack White, viven en la ciudad de california, la señorita vino a la ciudad de Yakitia a la edad de dieciséis años, en la que fue engañada por una ciudadana indicándole que viva cerca de Moscú—aquello, ya yo lo sabía ella misma me conto todo aquello, pero solo espero lo que vendrá después de aquel viaje—la señorita se fue de la ciudad Yakitia alegando que temía por su integridad física y debido a que poseía gran temor de ser atacada, por lo que sus padre lograron trasladarla de manera inmediata a california, gracias a la ayuda de la embajada estadunidense y los federales de dicho país…—frunzo el ceño al escucharlo, debido a que no logro entender muy de que hablaba exactamente mi mano derecha—al llegar a california la señorita White estuvo en citas psicológicas, debido a que había estado fuertemente afectada, aun no consigo lo informes psicológicos pero los conseguiré pronto, además de que están asegurados por los federales, lo que hace que sea un gran problema, pero no es imposible Boss—asiento a sus palabras, pero ahora noto que este duda un poco antes de continuar, al parecer que lo que dirá no me agradara mucho, por lo que le hago un gesto con el rostro para que continúe, pero este sigue en silencio aun debatiéndose, por lo que decido hablar para que note que me encuentro realmente intrigado por sus pensamientos

--habla… ¿qué más hay…? --Akim baja la cabeza, y tiembla un poco antes de volver hablar

--la señorita White salió de Rusia embarazada—me levanto de inmediato al escucharlo ¿embarazada? Esto no puede ser, le hago un gesto para que continúe, cosa que hace—la señorita tuvo un par de mellizos o gemelos, no lo entiendo muy bien, el caso es que tuvo niña y niño, aquellos tiene cinco años y medio—hago cuentas mental y aquella fecha es exacta a la fecha que tendría un hijo de nosotros, en caso de que mis sospechas sean correctas, pero entonces Akim habla de nuevo—lo gemelos habían estado bien hasta cumplir dos años, en el que se le diagnostico leucemia al barón de ellos, Pero luego de unas semanas su hermana se encontraba de igual manera—ahora lo comprendo todo, están enfermos y por ello ella opto por llamarme, maldita sea, si mis sospechas son correctas y si aquel par de niños son míos, ella no me hubiese llamado de estar en perfecto estado, solo me entero de esta locura, porque los niños están enfermos, que acontecimiento de los más de extraño, maldita sea, no sé cómo no estar enojado con aquella mujer en estos momentos

--No entiendo, ¿si los niños tenían dos años? ¿Por qué me llama ahora? --Akim habla de nuevo respondiendo aquella duda que me intriga grandemente, y la verdad no había hecho aquella pregunta dirigida a él, más bien hablaba conmigo mismo, pero no hay duda que agradezco que sea el quien me respondiera aquella gran duda

--Se suponía que habían logrado vencer la leucemia, pero unos meses después, los dos niños presentaron una recaída en donde el cáncer ataco de manera aún más agresiva dejándolos en una encrucijada, ya que el Rh de los pequeños es difícil y casi imposible de conseguir—asiento a sus palabras y me quedo en silencio, un silencio lleno de tensión y de muchas, muchas preguntas que me invaden de manera turbulentas, pero la única persona que puede responder aquello está al otro lado del mundo, por lo que tomo mi teléfono y al tercer tono contestan

--¿Hola? —se escucha adormilada, en lo que me imagino que es un poco tarde en su lugar de residencia, pero no me importa. Quiero que ella responda de inmediato aquella pregunta, pues de ser cierto no sabré que será de mi futuro, el suyo y el de mis supuestos hijos

--¿Son míos? ¿Son mis hijos? —silencio, por primera vez la noto callada, no escucho sus palabras llenas de diversión o incluso llenas de ironía, la chica esta en completo silencio, pero luego de lo que creo que no contestara lo hace, dejándome con un gran vacío en mi estómago y una corriente que invade todo mi cuerpo haciendo que tanto mi enojo, como mi emoción me invadan al mismo instante, haciendo así un gran revoltijo de sentimientos

--¿Me ayudaras con tu médula…? – al notar que no desea contestar aquella simple pregunta, solo logro confirmar sin necesidad de utilizar las palabras directas, ya que si ella esta tan interesada en mi medula ósea, es porque soy un pariente directo a aquellos niños. Esos niños son míos, por Dios tenía dos hijos y no tenía idea

--Gabriela White… iré por ti y mis hijos de inmediato y más te vale estar allí, porque de no ser así… no seré amable con nadie que encuentre a mi paso…--sin más cuelgo la llamada y observo hacia la ventana, en donde la primavera está empezando a resurgir luego de un brutal invierno, no fue gran cosas para mí, pero no niego que aquello si fue algo incómodo para mi movilidad y aquel ser dentro de mí que busca calor de manera desesperada, desde el día que fue abandonado

--Boss… ¿que desea que haga…? --doy un gran suspiro, al parecer deberé viajar a estados unidos de manera inmediata, sin contar que tendré que trabajar a distancia y resolver todo para que aquello que haré no sea notado. Debido a que aún no puedo presentar ni hablar a los cuatro vientos de aquellos pequeños, tengo tantos enemigos que no puedo darme el lujo de que mis descendientes directos estén sin mi protección y en cuanto a su madre, la verdad no sé qué haré, no sé cómo reaccionare al verla, ya que puedo llegar a matarla de un tiro en cuanto la vea, o puede que me proyecte de nuevo a aquel pequeño de dieciocho años de hace seis años, locamente enamorado de la chica de bufanda roja

--prepara el jet y encárgate que nadie sepa a donde voy y que haré… silencio cien por cien…

Nächstes Kapitel